domingo, 26 de septiembre de 2010

TENER O RETENER




Las realidades más grandes y más bellas,
tanto más las tendrás
cuanto menos las poseas y retengas.

Si quieres tener el mar, contémplalo,
y abre tus manos en sus aguas
y todo el mar estará en ellas...;
porque si cierras tus manos para retenerlo,
se quedarán vacías.

Si quieres tener un amigo peregrino,
déjalo marchar y lo tendrás...,
porque si lo retienes para poseerlo,
lo estarás perdiendo
y tendrás un prisionero.

Si quieres tener el viento,
extiende tus brazos y abre tus manos
y todo el viento será tuyo...;
porque si quieres retenerlo
te quedarás sin nada.

Si quieres tener a tu hijo,
déjalo crecer,
déjalo partir, y que se aleje,
y lo tendrás maduro a su regreso...;
porque si lo retienes poseído
lo pierdes para siempre.

Si quieres tener el sol
y gozar de su luz maravillosa
abre los ojos y contempla...;
porque si los cierras
para retener la luz que ya alcanzaste
te quedarás a oscuras.

Si quieres vivir el gozo de tener,
libérate de la manía de poseer y retener.
Goza de la mariposa que revolotea,
goza del río que corre huidizo,
goza de la flor que se abre cara al cielo...,
goza teniendo todo
sin poseerlo ni retenerlo.

¡Sólo así gozarás de la vida,
sabiendo que la tienes sin poseerla,
dejándola correr sin retenerla!

martes, 21 de septiembre de 2010

DEBO APRENDER EN EL AMOR




Yo, que creí saber tanto al respecto a las relaciones amorosas, últimamente, sin querer y sin darme cuenta, en medio de un amor y otro, he observando mis experiencias, mis aciertos y sobre todo mis errores, he visto que en materia de amor, aun me falta tanto de: APRENDER, por ENTENDER, por CAMBIAR, por CORREGIR, por ACEPTAR, y por MEJORAR.

DEBO APRENDER que enamorarme no es obsesionarme ni irme a los extremos.

DEBO APRENDER que no debo poner toda la motivación de mi vida en una persona.

DEBO ENTENDER que no se debe rogar amor y que una relación de pareja no es para vivir angustiado.

DEBO ENTENDER que si pretendo tener una relación de adulto, debo comportarme como tal.

DEBO ACEPTAR que en el amor, como cualquier otra cosa en la vida, existen los tropiezos, las caídas, los dolores y el miedo el cual hace dificultar mas las cosas.

DEBO APRENDER que no es bueno sobre valorar, endiosar, ni idealizar a nadie. Porque todos somos humanos, y no debo esperar de mi pareja mas de lo que debo esperar de un ser humano.

DEBO APRENDER que es bueno ser como soy, siempre y cuando eso no implique irrespetar a quien este conmigo.

DEBO ACEPTAR que en algunas ocasiones es necesario pasar por un gran dolor para conocer una gran felicidad, ya que a veces el suelo del fondo es el más apto para brincar.

DEBO ACEPTAR que el sentir algo hoy, no implica que lo sienta mañana y así como me permito disfrutar también debo permitirme llorar, ya que el dolor es parte de la vida, al igual que el placer.

DEBO ENTENDER que la comodidad que me brinda la rutina es falsa, porque la vida esta en constante cambio, por eso en necesario aprender a tolerar la inseguridad natural que se maneja la vida cotidiana.

DEBO ACEPTAR que los planes pueden desaparecer en un instante, porque el futuro de mueve como el desee y no como a mi me de la gana. Si este me permite hacer algunas cosas sobre él, debo estar lamentándome por todo lo que pude hacer.

DEBO ACEPTAR que alrededor del amor, la sociedad ha creado muchas cosas que son un fraude. Por eso debo dejar de volverle la cara a la verdad solo por seguir una falsa comodidad o por miedo al dolor. Si la vida me demuestra que aquello en lo que puse mi corazón es una mentira, debo aceptarlo; llorándome, desahogándome y renaciendo como una nueva persona que seré.

DEBO MEJORAR mi auto estima:

Para que la partida de alguien quien quiero no me haga sentir despreciado
Para no ser tan sensible al abandono.
Para que no hiera mi ego.
Para no terminar creyendo que me dejaron por feo o por tonto.
Para aceptar simplemente que funciono el tiempo que tenía que funcionar.
Para no arrastrarme poniéndome de alfombre a los pies de nadie.
DEBO ACEPTAR que a quien le agrado hoy, no es seguro que le agrade mañana. Y eso no tiene porque ofenderme...

Si acepto que a veces las personas no pueden dar más.
Si acepto que quien esta conmigo tiene derecho a no estarlo.
Si acepto que a quien amo tiene derecho a tomar sus propias decisiones, auque a mi no me agraden.
DEBO RECORDAR que a veces, lo bueno se obtiene esperando y presionando se arruina. Por eso es necesario tener paciencia, esperar tranquilamente y RECORDAR.

que la impaciencia es producto de un impulso emocional que tal vez pronto pasara.
Que la impaciencia asfixia a quien este conmigo.
Que la presión se puede convertir en irrespeto.
Que tomar una decisión mientras estoy impaciente es peligroso, porque estoy influido por un estado emocional extremo y pierdo toda objetividad, ahí no va mi verdad, va mi impulso y podría ser algo de lo que me arrepienta.
Además si no soy paciente veré como sufrimiento el tiempo que estoy en espera.
DEBO APRENDER a no ser posesivo. El que alguien se valla no es perder a una pertenencia que a mi me gustaba mucho. Mi pareja no es mía, es prestada y "su dueño" tiene derecho a llevársela cuando desee. Y auque "ser dueño" de alguien brinde mas seguridad que tenerlo prestado, debo entenderlo que es una ilusión, Auque crea que es mía, no lo es, por lo tanto:

No puedo decidir sobre la vida de quien este conmigo.
No puedo esperar a que haga solo lo que yo desee.
No puedo controlarle, manipularle, adueñarme de ella ni controlar su destino.
No debo reclamarle a la vida porque me quito lo que me presto.
Pero sobre todo, DEBO APRENDER QUE NUNCA DEJARE DE APRENDER, y mientras continuo aprendiendo, debo permitirme vivir y sentir. Y ahora, que me empiezo a recuperar de los dolores que sufrí gracias a que ni siquiera había aprendido que había mucho que aprender, lo único que me queda es tomar un gran suspiro y decirme a mi mismo...

lunes, 13 de septiembre de 2010




Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertían con el tonto del pueblo, un pobre infeliz de poca inteligencia, que vivía haciendo pequeños recados y recibiendo limosnas.

Diariamente, algunos hombres llamaban al tonto al bar donde se reunían y le ofrecían escoger entre dos monedas: una de tamaño grande de 50 centavos y otra de menor tamaño, pero de 1 peso.
Él siempre tomaba la más grande y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.

Un día, alguien que observaba al grupo divertirse con el inocente hombre, lo llamó aparte y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda de mayor tamaño valía menos y éste le respondió:
- Lo sé señor, no soy tan tonto..., vale la mitad, pero el día que escoja la otra, el jueguito se acaba y no voy a ganar más mi moneda.

Esta historia podría concluir aquí, como un simple chiste, pero se pueden sacar varias conclusiones:

La primera: Quien parece tonto, no siempre lo es.
La segunda: ¿Cuáles son los verdaderos tontos de la historia?
La tercera: Una ambición desmedida puede acabar cortando tu fuente de ingresos.
La cuarta: y la conclusión más interesante: Podemos estar bien, aun cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás de nosotros, sino lo que uno piensa de sí mismo.
MORALEJA: El verdadero hombre inteligente es el que aparenta ser tonto delante de un tonto que aparenta ser inteligente...

lunes, 6 de septiembre de 2010

SIEMPRE DI LO QUE SIENTES Y HAZ LO QUE PIENSAS..





Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.

Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo diría te quiero y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero y que nunca te olvidaré.
El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.
Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas.

Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para un sonrisa, un abrazo, un beso, y que estuviste muy ocupado para concederle a alguien un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles "lo siento", "perdóname", "por favor", "gracias" y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos.
Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.