martes, 28 de junio de 2011

HAY QUE PERDER EL MIEDO ANTE UN AGRESOR


Si, hay que perder el miedo a denunciar en el caso de ser víctima de violencia sobre la mujer. En todo caso es indispensable no seguir conviviendo con el maltratador y no soportar esta situación de violencia, entre otras consideraciones prácticas o morales, para preservar la formación integral de los hijos.
En el ejercicio profesional, he conocido a varias mujeres que han estado sufriendo esta situación durante años, pensando equivocadamente, que así beneficiaban a sus hijos al no obligarlos a criarse en una familia monorarental. Pensaban que al mantener una situación de aparente "normalidad", no privaban a sus hijos de la presencia de su padre (sin considerar que pudiera ser una mala influencia) y le daban a éste la oportunidad de "cambiar" que después de cada agresión les prometía.
Desgraciadamente, el maltratador sin ayuda profesional no se corrige, y como nunca reconoce su problema, tampoco admite ayuda en ese sentido. Lo clásico es que esté convencido y convenza a su víctima de que se lo merece. Que ella consigue sacar lo peor que hay en él, pero que no volverá a pasar. La víctima sabe que se lo ha promeido muchas veces, pero sigue esperando, y se encuentra con un hijo adolescente que, un mal día, comienza a imitar la conducta del progenitor violento, poniéndola en práctica con la persona que tienen más a mano, y que normalmente coincide con la víctima de su padre. Como consecuencia, llegan a situaciones límite, en las que no sólo deben separase del maltratador, sino también del hijo/a que ha imitado el modelo parental,
si consiguen encontrar la fuerza y el apoyo necesario.
Los niños aprenden por imitación la forma de comportarse con sus semejantes y todo lo referente a su vida cotidiana. Sus modelos son siempre las personas más cercanas a ellos, normalmente los padres. Por tanto son ellos los que les transmiten los valores necesarios para su formación integral como persona. Si la conducta de los padres les transmite valores positivos y es coherente, en circunstancias normales los hijos asimilaran las cualidades de sus progenitores. Lo mismo ocurre en el caso de que el modelo sea inadecuado o violento, lo más seguro es que en un futuro desarrollen una conducta inadecuada o violenta, porque es el modelo que han interiorizado.
La víctima con su actitud pasiva, contribuye a que los hijos asimilen un módelo erróneo de conducta, al omitir el respeto que se debe a si misma y a sus hijos; al olvidar su dignidad como persona; al no demostrarles, alejando al maltratador de su lado, que su conducta es moral y penalmente reprochable y por tanto es un modelo inidóneo que no se debe observar.
Favor les hacen estos padres a sus hijos, que si no hubieran tenido la posibilidad de vivir en directo la agresividad de uno de sus progenitores y la pasividad del otro, no hubieran interiorizado un modelo de conducta que va a condicionar en el futuro, como mínimo, sus relaciones de pareja.

miércoles, 22 de junio de 2011

VIVIR PIDIENDO PERDON

Una de las formas más devastadoras para anular nuestra personalidad es andar por la vida pidiendo perdón a cada momento.

Perdón porque nos equivocamos, perdón porque no somos lo que los demás quieren, perdón por amar, perdón por llorar, perdón por estar con exceso de peso, perdón por cuidarnos, perdón por el perdón mismo.

Cuando vivimos nuestra vida con el perdón en la boca, lo único que estamos haciendo es tener una excusa a flor de piel; una justificación por lo que no alcanzamos, y nos quedamos carentes de poder personal; porque no asumimos nuestro compromiso con la vida que tenemos.

¿Por qué pedir perdón sólo por pensar diferente? ¿Por qué pedir perdón por expresar nuestras emociones?

Vivir pidiendo perdón es vivir negándonos el derecho de ser quienes somos. Es priorizar el ser de los demás en detrimento del propio; es rechazarnos sistemáticamente.

Y muchas veces es sólo una defensa para seguir haciendo lo mismo, una y otra vez.

¿Por qué pides perdón? ¿Por qué no aceptas quién eres?

¿Deberías ser lo que los demás dicen? ¿Para qué?

Las mujeres que cotidianamente piden perdón, lo hacen desde su desvalorización, desde sus creencias limitantes que le enseñan a que sus derechos no son importantes, y que entre elegir a otros o así misma es de buena educación, elegir al otro.

Sin embargo, esta postura sólo nos retrotrae y angustia; nos hace descender en la escala de logros personales, y nos convertimos en dependientes oficiales.

¿Para qué pedir perdón? ¿Para qué andar por la vida pidiendo ser excusadas? ¿Por qué creemos que lo que hacemos o somos requiere una excepción?

¿Qué logramos con todo esto? ¿Reconocimiento? ¿Que nos digan que somos buenas? ¿Qué nos aprueben? ¿Qué no dejen de querernos?

Sea por lo que sea que lo hagas, la única perjudicada eres tú; por eso cada vez que lo hagas, repite con amor “cancelado” y aprende a valorar el maravilloso ser que hay en ti.

Tú tienes luz, inmensa y brillante; sólo debes aprender a mirarla, y no a temerla.

martes, 14 de junio de 2011

¿ES QUE ALGUNAS MUJERES PODEMOS SER TAN TONTAS ?

Una mujer que no tiene la atención del marido, que no la ayuda con los hijos, sólo es un proveedor a la casa. Ella siempre trata de comunicarse con él, pretende tener una conversación sería sobre lo que a ella le enoja y frustra, pero él ni siquiera puede sentarse a conversar con ella, solo se tira en el sofá con los ojos cerrados, como durmiendo y diciéndole a ella, que hable que la está escuchando. Él sale cada 2 semanas con los amigos del trabajo a beber, no llega ebrio a la casa pero tampoco da hora de llegada. Nunca ha pasado de las 2 am.

Ella lo ama, ya no como antes pero lo ama, no es capaz de ser infiel por el amor que él le tiene, pero ya no se le antoja hacer el amor con él porque él solo se muestra cariñoso cuando desea cama. Ahora a ella le disgusta que él salga puesto que lo conoció abstemio, y como él no le hace caso en sus molestias pretende salir también los fines de semana con sus amigos/as, se lo dice a él para que se kede con el bb ese día pero a él le disgusta, dice que es diferente porque él es hombre, porque él no sale con amigas, solo con amigos, pero ella no tiene muchas amigas y si las tiene ellas la pasan con sus esposos. Ella le dice que le guste o no saldrá xq tiene tanto derecho como él. Ella no llega ebria porque no toma, solo sale a fumar un poco, a conversar, a comer algo. Nunca llega más de la 1 am.

El marido le dice que con su actitud va a acarrear problemas, que él también empezará a salir con amigas, ella le dice que no hay problema porque ella si confía en él, q si quisiera acostarse con otra que lo haga, eso significaría que ya no la ama, y si la amara ahora buscaría más tiempo y pensaría en más actividades en estar con la familia, puesto que NUNCA salen ni al parque xq él dice que los domingos son para q él descanse.

Ahora mi pregunta es: Por toda esta situación, es justificable que él busque otra mujer, aduciendo q porq su esposa no le da?? Y ella... también sería justificable que encuentre alguien que le de la atención que su marido no le da? Si el marido es quien no quiere arreglar las cosas, que todo está bien mientras ella se kede en casa y él si pueda hacer todo esto??? Osea, que harían en este caso??? Está bien lo que piensa o lo que hace o haría ella? Y él?


Por triste que parezca, la mujer siempre ha sido poco valorada y ella misma tampoco se valora, desde tiempos muy remotos, por el hecho de carecer de fuerza fisica que iguale a la del hombre se le ha hecho a un lado sin darnos cuenta de que es el mejor ser humano que existe, no con esto quiero decir que son mejores que los hombres, cada uno tiene virtudes distintas que los hace dificil de comparar, sin embargo, gracias a que ellas mismas se tienen poco o nada de valor es el porqué permiten que se les siga tratándo así, el problema es que cuando una mujer se valora como debe de ser, se siente completamente independiente, sin embargo puede ser vista como si careciera de valor, siendo que es al contrario, sin embargo aún para nuestra sociedad el hecho de que la mujer sea sumisa y abnegada es una virtud muy sobre valorada ya que esto contribuye a que la mujer aguante de todo para conservar a la familia, la posición y un marido.

miércoles, 1 de junio de 2011

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER BASADA EN EL GENERO

Tanto en los países del norte como del sur, las mujeres viven con el riesgo diario de recibir lesiones físicas en maneras que no tienen un paralelo directo para los hombres. En casi todos los países, la violencia o la amenaza de violencia limita la gama de opiniones de que disponen las mujeres y las niñas en casi todas las esferas de la
vida pública y privada: en la familia, en la escuela, en el lugar de trabajo y en la mayoría de los espacios comunitarios. Limita
directamente sus opiniones al destruir su salud, perturbar sus vidas y reducir el ámbito de su actividad, y también las limitan indirectamente al erosionar la confianza en sí mismas y su autoestima.

De muchas maneras, la violencia impide la cabal participación de la mujer en la sociedad.

La amplia gama de prácticas discriminatorias y criminales que constituyen la violencia
basada en el género causan enormes sufrimientos a las mujeres y a las niñas e imponen costos sociales incalculables.

Los y las investigadoras han avanzado mucho en cuanto a determinar la magnitud de este
tipo de violencia. En casi todos los países, las estadísticas criminales adolecen de graves deficiencias en el registro de la violencia contra la mujer, en particular los ataques fisicos y sexuales en el ámbito familiar.

Pero además, las mujeres son especialmente vulnerables a la violencia sexual en las regiones y países en los que imperan
regímenes autoritarios y fundamentalistas. Y también en situaciones de guerras, desplazamientos forzados de la población
y de conflictos armados en general.

La violencia de género tambien abarca la privación de recursos, a tal punto que la vida de la mujer queda amenazada. Según la Organización Mundial de la Salud, en muchos
países en desarrollo las niñas reciben menos alimentos y padecen tasas más altas de
desnutrición que los varones. Asimismo reciben menos atención de la salud. En muchas
partes del mundo, las mujeres padecen daños físicos y psicológicos debido a prácticas
arraigadas en la cultura y la tradición.

En el campo de la economía, diferentes Foros de las Naciones Unidas han reconocido recientemente que la globalización ha impactado muy negativamente sobre las mujeres. Ellas constituyen "las más
pobres de las pobres" y hoy se habla de la feminización de la pobreza como uno de los efectos más nefastos del neoliberalismo.

Se reconoce internacionalmente que la violencia contra la mujer constituye una violación de sus derechos humanos, principio que se refleja en la Convención sobre la Eliminación de Toda Forma de Discriminación contra la Mujer, aprobada por Naciones Unidas.

Por eso, trabajar en pro de la ratificación universal de la Convención y promover mecanismos más fuertes para su aplicación son medidas de gran peso en la lucha contra la violencia hacia la mujer. Adquiere hoy especial relevancia la consigna levantada hace varios años por movimientos de mujeres en todo el mundo:

"NECESITAMOS UN MUNDO DIFERENTE EN EL QUE VARONES Y MUJERES, RESPETANDO NUESTRAS DIFERENCIAS, TENGAMOS IGUALDAD DE OPORTUNIDADES PARA DESARROLLARNOS COMO SERES HUMANOS, SUJETOS Y SUJETAS DE DERECHOS".