viernes, 28 de enero de 2011

ALGUNOS SINTOMAS O CONSECUENCIAS EN LA MUJER AGREDIDA





AISLAMIENTO

Los hombres violentos tienden a imponer el aislamiento en sus parejas relegándolas al hogar, recortando sus contactos externos y limitando sus actividades. Si le permite ciertos contactos sociales,
él los controla y monitorea. Por consiguiente, la mujer no tiene a nadie eTLÑIn quien apoyarse ni contactos con personas que podrían ayudarla o ser una fuente de retroalimentación.
Como la mujer vive en un ambiente de violencia esperada, se refugia en su casa para evitar cualquier estímulo que pueda provocar una agresión y reduce sus contactos externos para minimizar las probabilidades de que un evento social pueda desencadenar un ataque violento. De esta forma, la mujer está aislada material y emocionalmente, lo que la lleva
a volverse más dependiente de su pareja, quien, a su vez, experimenta un aumento del control a medida que se percata de esto.

MIEDO Y TERROR

El agresor aterroriza a la mujer a través de las amenazas del uso de violencia en contra de ella o de sus seres queridos y con el uso de violencia de una manera impredecible e inconsistente. El terror que siente la mujer maltratada es constante y real y la pueden inmovilizar hasta llegar a la apatía.



FATIGA FISICA.

La mujer maltratada vive en un ambiente en donde la violencia, la privación y la tensión constante son la norma. Estos factores provocan un desgaste en su energía por lo que se siente agotada física y psicológicamente.
Privación: Muchas mujeres maltratadas son privadas de sus necesidades básicas (sueño, alimentación, etc.), de sus contactos sociales y de su libertad. El hombre controla cada aspecto de la vida de su mujer y la vigila constantemente. Esto va debilitando a la mujer física y mentalmente.
Violencia: El ser víctima de violencia provoca un desgaste de energía física y psicológica en cualquier ser humano debido a que se estimula el sistema nervioso autónomo como respuesta a una situación amenazante para su integridad. El abuso repetido puede provocar fatiga física y mental, ya que el cuerpo no ha terminado de recuperarse cuando se presenta un nu
evo episodio violento.
Tensión constante: La mujer maltratada no solamente soporta la violencia, sino que vive bajo tensión permanente. El hombre crea un ambiente de violencia esperada: la violencia puede surgir en cualquier momento y bajo cualquier pretexto, por lo que, la mujer debe estar en guardia todo el tiempo y anticiparse a cualquier sanción. La impredecibilidad y la irracionalidad del abuso hacen que la mujer invierta muchas de sus energías tratando de evitar futuros ataques.


ENOJO E IRA EN UNA MUJER AGREDIDA.

La situación en la que vive la mujer maltratada desencadena sentimientos de enojo en ella. Con el tiempo, este enojo se va acumulando y puede llegar a convertirse en ira. En relación al enojo, se ha encontrado que las mujeres maltratadas
Esconden sus sentimientos de enojo por miedo a desencadenar otro ataque.
Niegan sentirse enojadas mientras que se comportan de manera hostil o pasiva-agresiva.
Quieren sentirse enojadas pero sienten mucha compasión por el agresor para poder manejar sus sentimientos.
Se sienten más irritadas por las personas y por pequeñas cosas, sin conectar estos sentimientos de impaciencia e irritabilidad con el enojo.
Se enojan con ellas mismas porque se sienten responsables de lo que están viviendo. Esto está ligado al sentimiento de culpabilidad, y puede manifestarse a través de depresión o de conductas auto-destructivas.

CULPA Y VERGUENZA

La mayoría de mujeres maltratadas se sienten responsables por haber sido agredidas. Creen que ellas hicieron algo para merecer o provocar el maltrato. Esta culpabilidad es reforzada por:

La cultura que frecuentemente culpa a la mujer por su situación, lo que responde a la aceptación social de los siguientes mitos: “la mujer es responsable del éxito/fracaso de su relación de pareja” y “la mujer es responsable de mantener la armonía en el hogar”.
El hombre violento que incentiva a la mujer a asumir la responsabilidad del maltrato. Le asegura después de cada episodio que: “Si ella no lo hubiera provocado o si ella se hubiera comportado de una manera adecuada, él no hubiera tenido que recurrir al uso de la violencia”. Debido a la culpabilidad que la mujer siente y a la culpabilización externa de la cual es objeto, la mujer siente vergüenza frente a los demás por la violencia de la cual es víctima. Por este motivo, la mayoría de mujeres maltratadas no discuten el abuso con otras personas y se refugian en el aislamiento

BAJA AUTOESTIMA

Los hombres violentos constantemente descalifican y desvalorizan a sus mujeres como personas, esposas, madres y profesionales. Las mujeres terminan creyendo las críticas de su pareja acerca de su incapacidad, por lo que van perdiendo, poco a poco, la noción de valor de ellas mismas. Las situaciones de abuso refuerzan y profundizan los sentimientos de desvalorización y no permiten que crezca la confianza en ellas mismas y en sus capacidades. Sus intentos fracasados por superar la situación les refuerza su creencia de que son incapaces, lo que debilita más su auto-estima.

martes, 25 de enero de 2011

CONSEJOS PARA CURAR UN CORAZON HERIDO..


1. Comparte tus sentimientos.
Algunas personas encuentran que el hecho de compartir sus sentimientos con alguien de confianza -alguien que se haga eco de lo que están pasando- les ayuda a sentirse mejor. Esto puede implicar expresar todo lo que sientes, e incluso llorar en el hombro de un buen amigo o familiar y dejar que éste te consuele. A otros les ayuda más salir de casa y hacer aquellas cosas que normalmente disfrutan haciendo, como ir al cine o a un concierto, para desconectar del sufrimiento. Es posible que la gente, con sus mejores intenciones, no entienda la profundidad de tus sentimientos e intente animarte con afirmaciones como “lo superarás” o “ya conocerás a otra persona”. Probablemente esas personas están intentando ayudarte de la única forma que saben. Pero, si tienes la sensación de que determinada persona es incapaz de entender por lo que estás pasando o intenta minimizar tus sentimientos, habla con alguien que te entienda mejor.

2. Cuídate.
Tener partido el corazón puede ser muy estresante, de modo que no permitas que interfiera con tu ritmo de sueño: tu cuerpo necesita descansar para reponerse. Duerme mucho, come alimentos saludables y haz ejercicio regularmente para reducir el estrés y los sentimientos depresivos, e intente elevar tu autoestima.

3. Piensa en todas las cosas buenas que tienes.
A veces las personas que tienen partido el corazón se echan las culpas por lo ocurrido. Pueden ser muy duras consigo mismas, exagerando sus faltas como si hubieran hecho algo para merecer el sufrimiento que están experimentando. Si te das cuenta de que te está ocurriendo esto, ¡corta de raíz! Recuérdate las cualidades que tienes y, si no se te ocurre ninguna porque el dolor te ofusca la mente, pide a tus amigos que te ayuden a recordar todas las buenas cualidades que tienes.

4. Mantenerte Ocupada.
Puede costarte bastante cuando estés sumido en la tristeza y dominado por el sentimiento de pérdida, pero ayuda mucho. Es un buen momento para redecorar tu habitación o probar una nueva afición (hobby). Esto no significa que no debas pensar en lo ocurrido -reflexionar sobre lo que nos ha sucedido forma parte del proceso de curación - sino que también debes centrar tu atención en otras cosas.

5. Tener paciencia y darte tiempo.
Para superar la tristeza hace falta tiempo. Casi todo el mundo cree que nunca se repondrá completamente, pero el espíritu humano es sorprendente -y los males de amores casi siempre se curan al cabo de un tiempo. Pero, ¿cuánto tardarás en superarlo? Eso dependerá de qué fue lo que te partió el corazón, cómo afrontaste la pérdida y con qué rapidez tiendes a recuperarte de las experiencias. Recomponer un corazón roto puede costar sólo unos días o muchas semanas – y a veces incluso meses.

Algunas personas sienten que nunca volverán a ser felices y se refugian en el alcohol o las drogas. Otros se enfadan muchísimo e intentan hacerse daño o hacer daño a otras personas. Las personas que empiezan a beber, a consumir drogas, o a autolesionarse para evadirse de la realidad de la pérdida pueden creer que están mitigando el dolor, pero se tratará de un alivio meramente temporal. Esas personas no están afrontando realmente su dolor, sino tan sólo enmascarándolo, lo que hará que sus sentimientos crezcan en su interior y, a la larga, prolongará su sufrimiento.

A veces la tristeza es tan profunda -o dura tanto tiempo- que la persona necesita ayuda profesional para reponerse. Para aquellas personas que al cabo de unas semanas no se empiezan a encontrar mejor o siguen estando deprimidas, puede ser de gran ayuda hablar con un profesional de la salud mental o psicoterapeuta.

O sea, que ten paciencia contigo misma y deja que empiece el proceso de curación del alma.

domingo, 23 de enero de 2011

¿ PORQUE UNA MUJER SE SIENTE MUCHAS VECES SOLA?




Una mujer se siente muchas veces sola. Aunque la casa esté repleta de hijos, de indios, de llamadas al teléfono y de plantas. Y aunque su cara disimule la aridez del corazón. Se siente sola en medio del bullicio, del polvo y de los gritos. Camina de lado a lado, intenta poner orden en su alma y en la cocina. La ropa de los niños le trae de cabeza, y la cena. Quiere dar gusto a todos y no puede, no llega. Y a veces le responden con malas caras o desconsideradas palabras. Corrige, se enfada. Se desespera, se le olvidan las cosas. Duele sentirse sola. Todo lo dan por supuesto. Hasta su marido, que no se entera (y si se entera se da la vuelta). Se han acostumbrado a ella. Y ella llega un momento que no puede más, y salta. O quiere saltar y decirles a todos esos vividores que tiene por familia unas cuantas verdades. ¡Ya está bien! Cuanto más lo piensa más se indigna. En realidad no le hace falta mucho. Sólo un poco de cariño, que alguno se le ofrezca para ayudar en casa (aunque después todo quede en nada o el pan se quemen), un beso imprevisto en la nuca, o un helado cualquiera. O una llamada al mediodía (¿han observado que casi siempre son ellas las que llaman y que resultan por ello unas pesadas?). Una mujer se siente muchas veces sola. El marido a sus cosas, siempre agotado, siempre quejoso. Sin apenas tiempo para aquella mujer a la que le prometió amor eterno. ¡Ya! Llega la noche. Es un buen momento para hablar, pero los maridos no hablan. Prefieren el sexo y luego un plácido sueño hasta la mañana. ¿Eso es todo? Ahí te quedas, mirando los reflejos del armario o los dibujos que la imaginación dibuja en la colcha. Unas mujeres lo manifiestan con más frecuencia que otras; hay quienes se enfadan muchísimo y otras que prefieren obrar con mano izquierda. ¿Queréis comida? Pues ya sabéis donde está el supermercado y la cocina. O dejan al marido ayuno de sexo si se no lo desea. ¡Que se espavile! Que haga un curso intensivo de cariño. Que despierte de la pesadilla y que se compre él la cerveza y los calzoncillos. Que ya esta bien. Una mujer se siente muchas veces sola. Por torpeza nuestra. Una mujer lo que más necesita es sentirse querida, escuchada, deseada, comprendida. Una mujer valora sobre todo la ternura y esos detalles minimos que parecen no venir a cuento, pero que les llena el alma de alegría, de sol, de juegos. Una mujer necesita sentirse infinita, y la única. A cambio sólo pide un beso, unas pocas palabras, o un paseo. Pero resulta que la mujer se casa y automáticamente ella es la responsable de que el hogar funcione, de que esté la ropa limpia, las cosas en su sitio, que no falte ni comida ni papel higiénico, que no se sequen las plantas, y que el marido y los hijos vayan aseados y lleguen temprano al cole. ¿O no es así? Pero hay más. ¿Desde cuándo la mujer es la única responsable de todos los cuidados si alguno cae enfermo, la que se encarga de médicos y vacunaciones, de hablar con los tutores, la encargada de preguntar lecciones, repasar deberes o mirar agendas? Y también se ocupa de los bocatas de las meriendas, y las mochilas y maletas para excursiones o viajes; de revisar la ropa, de desechar la que está mal, de aprovechar la que se pueda y dar la que se ha quedado pequeña. Por intrincados misterios hace todo esto sin dejar de cumplir en su trabajo y estar guapa y medianamente bien en lo otro. Bueno, vale. ¿Y qué recibe ella? Decididamente, una mujer se siente muchas veces sola.
de cumplir en su trabajo y estar guapa y medianamente bien en lo otro. Bueno, vale. ¿Y qué recibe ella? Decididamente, una mujer se siente muchas veces sola.

jueves, 20 de enero de 2011

LO QUE UNA MUJER INTELIGENTE DEBE SABER



Dios creo las citas para que las mujeres puedan descubrir las características negativas de un hombre antes de involucrarse con él, no después.

Las mujeres inteligentes saben que ...
Si siempre vuelves con el hombre equivocado, tal vez no tengas la oportunidad de conocer al hombre correcto, saben que ...
Las palabras "Te quiero" no salen con facilidad o rapidez de la boca de un hombre sincero.
Aunque ella sea la mujer adecuada, el hombre equivocado siempre será el hombre equivocado... que
Todo hombre que no sabe "lo que quiere" no merece lo que tiene,
si los hombres equivocados siempre te encuentran es porque das las señales equivocadas.....
A menos que tengas conexiones con la Interpol, debes pensarlo dos veces antes de salir con un hombre mujeriego.
Esperar que un hombre cambie es como esperar que uno gane la lotería....
Algunos hombres cambian, pero cuando lo hacen también cambian de mujer.
No es inteligente aferrarse al dolor.
MUJER!!
Recuerda siempre!!...
Luce bonita, no importa si vas solo a tu trabajo...no se sabe si camino a éste encontraras alguien que se fije en tu caminar.
Proyecta siempre que te sientes bonita. Una mujer no sólo es bonita cuando usa ropas caras o trae un buen maquillaje... una mujer refleja en la cara lo bonita que se siente si se muestra segura de si misma al caminar.

TODA MUJER DEBE SABER:

Como enamorarse sin dejar de ser ella misma.
Lo que quiere con respecto a tener hijos, como renunciar a un trabajo, terminar con un novio y confrontar a un amigo sin arruinar una amistad.
Cuando intentarlo todo... y cuando alejarse.
Como pasarla de maravilla en una fiesta a la que no deseaba asistir.
Como pedir algo que realmente desee de manera que casi seguramente lo consiga.
Tiene que entender que no puede modificar el ancho de sus muslos o de sus caderas, o la forma de ser de sus padres.
Que su niñez pudo no ser perfecta... pero ya terminó.
Lo que podría o no podría hacer por amor... o debería o no.
Como vivir sola... aun si le desagrada.
Debe saber en quien confiar y en quien no.
A donde ir a sentarse con su mejor amiga o a una agradable cabaña en la playa cuando su alma necesita alimentarse y tranquilizarse.

No olvides que lo ideal seria lograr tener todo, pero aunque sólo leas este ejercicio y te sientas identificada en algo, estas en buen camino.
Nunca pierdas la esperanza de cada día lograr nuevas conquistas.

TÚ ERES TAN INTELIGENTE CÓMO LA QUE MÁS! Esta en tu naturaleza, sólo tienes que descubrirte a ti misma!

martes, 18 de enero de 2011

EL MIEDO A HUMANIZAR AL AGRESOR



La violencia de género es un fenómeno muy presente en nuestra sociedad y al que debemos dar solución. Ante sus consecuencias, cada vez más visibles, de índole física y psicológica, el conjunto de la sociedad y sus instituciones actúan fomentando el empoderamiento de la mujer, sobre todo una vez que ésta ya ha sufrido los malos tratos. Cuando una situación de violencia de género se detecta, los servicios sociales se ponen en marcha para paliar las consecuencias de la misma facilitando recursos que permitan la salida de la víctima del entorno del maltratador, dándole asistencia médica, psicológica, jurídica, etc.

En los últimos años, además de todos los mecanismos de ayuda a la víctima, se han desarrollado diversos dispositivos de sensibilización de la sociedad. Se fomentan las charlas en los colegios, a través de las asociaciones, y sobre todo, se lanzan campañas mediáticas. Hacer partícipe a la sociedad en su conjunto de un problema como éste, es desde luego positivo, necesario. Pero, ¿a qué aspectos del problema se ha decidido dar visibilidad? Prácticamente todos los recursos se han centrado en la mujer, en la víctima.

El maltratador es una figura olvidada a la que se recurre casi exclusivamente a la hora de hablar de condenas y castigos. Tanto a causa de la necesidad de dar una solución lo más inmediata posible a la situación de peligro en la que se encuentra la víctima, como a un miedo generalizado y comprensible a humanizar y victimizar al agresor, olvidamos que también él es una persona, que ha llegado a esta situación extrema por determinados motivos.

El obviar esta figura a la hora de establecer estrategias en la lucha contra la violencia de género nos lleva a no investigar las causas de la aparición de estas conductas, y no conocer las causas de un fenómeno, desde luego dificulta el poder erradicarlo a largo plazo.

Como ocurre cuando queremos establecer el perfil de mujer maltratada, el del maltratador también se desdibuja y escapa a un modelo cerrado. Sin embargo, sí podemos afirmar, sin caer en la generalización fácil, que hay ciertos rasgos que se repiten: considerable abuso del alcohol y otras sustancias, capacidad poco desarrollada para enfrentarse a los conflictos y expresar sus sentimientos, tendencia a la legitimación de la violencia, inseguridad, dependencia emocional, poca tolerancia ante situaciones frustrantes y baja autoestima.

Como se ha dicho, si queremos erradicar –o siendo más realistas, disminuir-, los comportamientos violentos del maltratador, debemos estudiar qué factores, qué situaciones, en definitiva qué contexto previo al establecimiento de la pareja sentimental pueden llevar a un hombre a relacionarse de forma violenta una vez la pareja se ha configurado. Siendo más ambiciosos, deberíamos aspirar no sólo a erradicar estos comportamiento, sino a prevenirlos desde la infancia.

Las causas parecen ser una mezcla entre el contexto en el que se desarrolla el niño y la socialización a la que éste es sometido, entre las que destaca la confusión del hombre en la sociedad actual ante la idea de ceñirse a una identidad de género determinada. Por un lado el niño, en su desarrollo, se enfrenta a una constante socialización que le remite al ‘rol tradicional’ de hombre, definido con rasgos como el poder, la actividad frente a la pasividad (que representaría lo femenino), el control, etc. Por otro lado, como todo ser humano, tiene necesidades afectivas, y valora, en términos generales cada vez más, la vida familiar, la relación de pareja y lo que ésta puede aportarle en su desarrollo personal.

La contrapartida de estos rasgos de poder y fuerza que definirían el rol de hombre, es una falta de manejo de las propias emociones que han sido relegadas a un segundo plano durante su educación, ya que el manejo de los sentimientos se ha reservado tradicionalmente a la mujer.

La búsqueda del rol masculino, junto con la percepción de ciertas necesidades emocionales, pueden llevar al hombre a un sentimiento de fracaso respecto al cumplimiento con dicha identidad. Esta frustración aplicada a la vida en pareja se traduce en una incapacidad para gestionar estos sentimientos contradictorios y por lo tanto en inseguridad que puede desembocar en actitudes violentas que volverían a remitir al sujeto al rol tradicional masculino, al menos a su faceta de control y poder.

A estos factores habría que sumar una normalización generalizada de la violencia en la sociedad actual que en cierto modo legitima el uso de la misma, y el contexto familiar en el que esta persona vivió su infancia y primera juventud. No sólo el haber vivido situaciones de violencia familiar en los primeros años de vida pueden llevar al sujeto a reproducir este tipo de comportamientos. Un ambiente familiar excesivamente permisivo y complaciente con el niño, en el que la madre, como primera y primordial referencia femenina, se repliega a los deseos de éste, puede causarle al mismo un conflicto en el futuro, una confusión respecto a lo que significa ser un hombre y ser una mujer.

Si no arrojamos luz sobre estos hechos, sobre las causas que llevan a alguien a maltratar y nos centramos exclusivamente en dar recursos a la víctima para que ponga solución a su problema, indudablemente estamos estableciendo un plan de acción descompensado e incompleto.

Ahora bien, ¿qué nos ha llevado a relegar ese otro factor fundamental del maltrato y no poner en marcha acciones preventivas? Seguramente lo incómodo de su naturaleza y el conflicto interno que nos causa el mirar a nuestros hijos, nietos, etc. y pensar que ellos pueden convertirse en maltratadores algún dia.

Como a buena parte de los problemas sociales, de convivencia y tolerancia, la educación puede ser una de las soluciones, pero si el sistema educativo actual no consigue hacer frente de forma efectiva a los mismos, ¿qué alternativas nos quedan cuando es evidente que hay una parte del ser humano que debemos desarrollar, seamos hombres o mujeres, y a la qué hasta ahora no se le ha puesto demasiada atención?

La educación emocional se entiende como el trabajo, a ser posible desde los primeros años de vida, que promueve el desarrollo tanto de la inteligencia intrapersonal -comprender y gestionar los propios sentimientos- como de la interpersonal -comprender los ajenos-.

Desarrollando esta faceta menos racional del ser humano, mejora la capacidad del individuo para reconocer los sentimientos que en él aparecen, y por lo tanto de controlarlos y trabajar sobre ellos: la frustración, la falta de autoestima... que parecen ser algunos de los que a menudo llevan al hombre a agredir dentro de la pareja.

Por último, y como punto fundamental, ayuda a desarrollar la capacidad de empatía. La ausencia de capacidad empática afectiva (frente a la cognitiva) en una persona, y concretamente en un maltratador, puede llevar a éste a seguir maltratando porque aunque entiende que la víctima sufre, no es capaz de sentir el dolor que le está infligiendo a la misma.

En resumidas cuentas, vemos que existen herramientas a nuestro alcance, como la educación emocional, que incluida en los planes educativos, podría ayudarnos a prevenir actitudes violentas que nacen de la falta de autocontrol, de conocimiento de uno mismo y del otro, necesarios para convivir y respetar, tanto dentro como fuera de la pareja. Eso sí, para ponerlas en marcha, primero debemos asumir que hemos relegado una realidad al fondo del asunto, y que para solucionarla, primero debemos dejar de darle la espalda, por difícil e incómodo que ésto nos resulte

viernes, 14 de enero de 2011

TESTIMONIO DE UNA MUJER CODEPENDIENTE.


"Hasta el día en que me dí cuenta de todo lo que le había permitido a mi esposo durante años, sentía una falsa seguridad en mí misma. Pensaba que había hecho todo lo mejor posible dando una y otra vez, ignorando y pasando totalmente por alto mis propias necesidades; muriendo a mí misma para vivir en paz. No me explicaba por qué jamás había podido alcanzar esa paz, especialmente en lo que a mi matrimonio se refiere.

"Mientras más daba, perdonaba y soportaba, más infeliz era. Creía que sacrificándome, sufriendo un calvario, llegarían a cambiar las cosas y mi matrimonio llegaría a ser feliz. No me daba cuenta de que me estaba destruyendo a mí misma y a mi esposo, por lo que le permitía.

"Estaba cooperando con el mal, recompensándolo a él por cometerlo. Una y otra vez durante mi matrimonio por largos años, toleré injusticias, no sólo contra mi persona, sino lo que es aún peor, contra nuestros hijos. Llegué a considerarme una víctima y a sentir lástima de mí misma. Creía erróneamente que todo esto me ennoblecería, me haría mejor cristiana. ¡Qué equivocada estaba!

"En el fondo todo era orgullo. Pensaba que tenía la potestad de hacer cambiar a mi esposo, simplemente dedicando todas mis energías y mis constantes esfuerzos a hacerlo. Cifré mi felicidad en él por completo, olvidándome totalmente de mí misma.

"No sé cómo se estableció el patrón de la codependencia, pero ruego a Dios que me ayude a superarlo.

"Dios tiene que liberarnos de nuestro orgullo, de nuestras ideas equivocadas, de nuestra falsa seguridad, para poder construir un nuevo yo. Quizás esto quiso decirnos Jesús con la imagen de no echar vino nuevo en odres viejos.

"Ruego a Dios que me ayude a aprender lo que es la verdadera humildad, el verdadero amor. Debo hacerle comprender a mi esposo que continuaremos haciéndonos daño si permanecemos juntos de este modo. Debo concentrarme en trabajar en mí misma, el único ser al que puedo cambiar. Debo aplicarme la segunda parte del mandamiento, `Amarás a tu prójimo como a ti mismo.'

"Dios mío, siento que muere hoy la persona que era, y comienza a nacer una muy distinta. ¡Moldéame como Tú quieres que sea! Si me tomas de la mano no tendré miedo. Le pido a nuestra Santísima Madre la Virgen María, que interceda por mí y me dé su maternal protección.

"Yo quiero ser, Señor amado, como el barro en manos del alfarero. Toma mi vida, hazla de nuevo, yo quiero ser un vaso nuevo."

jueves, 13 de enero de 2011

UNA MUJER MALTRATADA

Somos muchas las mujeres maltratadas que vivimos en silencio día tras día, mes tras mes y año tras año, el machismo, el poder del hombre, su inseguridad, sus miedos, sus celos, sus controles, sus manipulaciones. Conoces a alguien y te enamoras perdidamente, lo das todo por él, llegas a mirar por sus ojos en vez de mirar cada uno por los suyos hacia delante. Eso hace que se crezcan, que te humillen y dejen a los demás que también lo hagan, que te maltraten psicológicamente día tras día y físicamente en alguna ocasión o rompan cosas de la casa con furia o que cojan la puerta y desaparezcan varios días sin ninguna explicación. Y tú cada vez te rebajas más, viene te dora la píldora, te hace regalos, te mima dos días y vuelta a empezar. Dejas de pensar por ti misma, de actuar por ti misma, te separa de tus amigos (sobre todo si son hombres) y de la familia, acabas sola en casa, cuidando de la casa y de los hijos y de él. Te controla durante el día, te ordena lo que debes hacer, decide sin pedirte opinión y cuando ya lo tiene decidido lo hace y te lo dice sin darte opción a opinar. El que trae el dinero a casa soy yo, te repite constantemente para que sepas que no tienes ni voz ni voto.

Tienes miedo de decir o hacer algo que le moleste, vives en continuo miedo y represión, te sientes marginada, que no vales nada, que no sirves para nada. Intentas mantenerte guapa, joven, delgada, para que encima no te degrade más, para que no te mire con desprecio. Tu cuerpo, tus músculos, toda tú estás siempre en tensión. Sales con amigos y si dices algo que no le gusta, la mirada es matadora, nadie se da cuenta, pero tú sí, sabes que después en casa vendrá el problema. Si los amigos están por ti, le molesta, pero si aprovechan para atacarte, eso le gusta y se apunta. Se mira a todas las mujeres con descaro y tú a su lado, parece que no valgas nada, queda humillante, te sientes fea, te sientes mal. Eso sí, ellos son encantadores, amables, preocupados por los demás, pero cuando llegan a casa, la cosa cambia.

Tienes hijos y vives por y para ellos, mientras son pequeños eso ocupa tu mente y tu vida y no te das cuenta del daño que estás recibiendo mental y físicamente porque esa tensión acumulada, te maltrata a nivel corporal con dolores de espalda, de cabeza que a veces llegan a ser terribles. Por lo que el maltrato físico aunque no hayan grandes palizas existen y acaban minando tu salud.

Qué más quieren oir, qué más tienen que saber el Gobierno, los Jueces, personas que no se enteran o no quieren enterarse de todo el dolor que sufrimos muchas mujeres en silencio, sin ayuda de nadie, porque llegan a aislarnos totalmente del mundo, eso es lo que quieren, que no puedas tener influencias de ningún tipo y tú callas y no le cuentas a nadie todo lo que te pasa en realidad, todo lo que sientes y lo que vives cada día.

Cuando te ves con fuerzas por las circunstancias que sean, cuando realmente estás preparada para denunciar y acabar con esta situación, te encuentras que tanto que están hablando del tema y tanto que están diciendo que nos ayudan, al final no es así, hay pocos que te escuchen y vean lo que estás pasando y lo que puede pasar.

Ante estos casos que están invadiendo los hogares de nuestro país, pongamos remedio a tanta crueldad, que no pasamos por esto por placer ni con gusto, que es un martirio vivir con personas así y que cuando decides separarte te espera lo peor, porque entonces pierden el control sobre ti y eso no lo pueden soportar y es cuando atacan a matar, cuando quieren verte pisoteada, en la calle, sin nada y hasta muerta.

Tantos años trabajando, sí trabajando en el hogar, sacando adelante una casa y unos hijos, sin que él esté nunca para nada, no tenemos derechos?, ya es un maltrato de por sí de la sociedad que la mujer que se queda en casa no tenga derechos, ni sueldo, ni nada, después de estar años dando el callo, de día y de noche, fines de semana y festivos incluidos, porque nosotras no tenemos días de fiesta.

martes, 11 de enero de 2011

OCHO COSAS QUE NO PUEDES ESPERAR DE UNA MUJER MALTRATADA


1. No esperes que te llame cada día, ni cada semana, ni nunca… aunque prometa hacerlo.
La mujer maltratada no podrá llamarte, su maltratador la vigila y está atento a cada llamada de teléfono, escuchando y controlando. Aún cuando éste no esté, ella no tendrá libertad de llamarte pues se sentirá humillada y temerá complicar más las cosas, tanto para ella como para ti.

2. No esperes que te conteste a todas tus llamadas… no puede.
Y cuando contesta no es con libertad, cuando te dice “estoy bien” no te dice la verdad, nunca está bien. Cuando tenga voz ilusionada y feliz recuerda que sólo es una tapadera, no es libre. Cuando te hable susurrando por miedo a ser escuchada y no consiga hablarte más de dos minutos (tal vez mientras su maltratador está aseándose) no te desesperes, simplemente no tiene otro remedio, bastante hace y arriesga ya con dedicarte esos segundos y esas pocas palabras.

3. No esperes que la mujer maltratada salga a hacer amistades… o a pasar tiempo contigo.
No puede, seguramente lo intentó muchas veces, pero no puede. No puede porque su maltratador le aísla, criticará cualquier detalle de todas y cada una de sus amistades, le seguirá por la calle, a veces incluso a escondidas para misteriosamente encontrarse con ella cuando más libre se siente y así sin palabras recordarle “tenga cuidado, yo estoy aquí y en todos lados”. Uno de los mayores fuertes del maltratador es su poder para aislar, para convertirse en el ser omnipresente sin el cual nunca pueda salir a ningún lado, con el que siempre deberá contar y buscar agradar.

4. No esperes que la mujer maltratada muestre interés en pasar tiempo contigo.
Ni debes sentirte herida si crees que ha perdido interés en ti porque no es cierto. Simplemente ocurre que ahora mismo le supondría un confrontamiento. Debes insistir, si hoy no contestó tu llamada, ni esta semana, ni este último mes… insiste. Ella quiere contar contigo especialmente si te ha confesado su situación. Cuando se esconda de ti se paciente, recuérdele todas las semanas que estás ahí para ella y perdona las veces que aparenta no apreciar tu amistad. Ante su maltratador debe dar la imagen de no tener interés en tu amistad. Es una mujer sin libertad, no puede decirte “ven a tomar un café”. Técnicamente claro que puede hacerlo, pero sólo técnicamente puesto que la realidad es que ella no vive la realidad que tú conoces o que ella misma a veces cree tener.

5. No esperes que le ponga límites a su maltratador.
No puede, por la propia esencia de su relación es ella la que tiene los límites, ella no puede decir “ya basta“, “fuera de casa“, “si quieres esto tendrás que ayudarme“. No es lógico, ella no está en posición de dialogar, ni mucho menos de exigir, sólo está en posición de someterse. Es una mujer maltratada.

6. No esperes que la mujer maltratada pida ayuda.
¿A quién va a pedirlo? Primeramente lo pedirá a su familia y si éstos no reaccionan y no le creen, ¿a quién pedirá ayuda? Si su familia le niega ayuda no tendrá a nadie a quien recurrir pues la mujer maltratada es una mujer aislada, se siente avergonzada, incomprensiblemente culpable, y humillada por todos cuanto le negaron su ayuda. ¿A quién acudirá? Seamos realistas, no puede acudir a nadie y si puede será demasiado grande su sentimiento de honor y humillación como para poder hacerlo.

7. No esperes que sea dueña de lo suyo, ni aún de aquello que le regalas.
La mujer maltratada no es dueña de nada, sólo puede serlo en papel, en la teoría… pero no en la práctica. Puede tener muy presente que ella es la que ha comprado la casa, el coche, la televisión, la revista, o lo que sea… puede decirte “es mío, no es suyo”. Y es cierto… pero sólo en teoría, reclamar lo suyo sólo supondría mayores problemas para ella. Si le regalas algo asume que será de su maltratador, y con suerte lo compartirá un poco con ella.

8. No esperes que sea feliz cuando esté libre de su maltratador por unos días.
Serán sus mejores días en mucho tiempo, lo disfrutará y deseará que nunca acabe… pero su felicidad no es completa pues sabe que los días pasan y pronto volverá a estar con su maltratador. Incluso durante su descanso ella estará pendiente de sus mensajes y llamadas, sintiéndose culpable por cualquier cosa que él le diga estar sufriendo a su causa.

¿Es lógica la forma en la que actúa la mujer maltratada?
No, las formas en las que una mujer maltratada actúa no son lógicas a la luz de quien no está siendo maltratada… claro que no, pero ¿acaso es lógico ser maltratada? ¡Nada en su vida tiene lógica! El contexto de la mujer maltratada es ilógico. No es que la mujer maltratada actúe ilógicamente, es que su contexto es ilógico. ¡Es todo una gran injusticia! ¿Cómo podrías esperar que actúe del mismo modo lógico que tú crees que debiera actuar cuando no eres tú la que sufre la ilógica situación de maltrato? La mujer maltratada vive en otro mundo, con otros principios, con otras “leyes de la gravedad”, otras realidades diferentes a las que a ti te parecen lógicas.

lunes, 10 de enero de 2011

LOS TRES FACTORES QUE INTERVIENEN EN LA AGRESION FISICA..




El agresor: el agresor es alguien que mantiene o ha mantenido una relación afectiva de pareja con la víctima.
No existe ningún dato específico que describe la personalidad de los agresores. No hay un tipo único.
Se pueden dar algunas características generales:
Hay tres tipos de agresores: el Narcisista, Antisocial y Pasivo
La personalidad de éstos agresores pueden ser: Hostilidad frente a la mujer, baja socialización y responsabilidad, consumo de drogas, comportamiento agresivo, etc.
Existencia de hipermasculinidad.
Manifestación de las conductas en tres tipos diferentes de agresores:
Agresores con características de personalidad antisocial y tendencias violentas tanto sexual como físicas.
Agresores con características de personalidad antisocial y tendencias violentas físicas y verbales, pero no sexual.
Agresores que no tienen un perfil característico, y realizan abusos verbales y físicos, pero con menos consideración que los dos nombrados anteriormente.
El factor más importante es haber sido testigo o víctima de violencia durante la infancia o adolescencia.
Razones y motivos de los hechos: Necesidad de dominar a la mujer, sentimientos de poder y considerar como una pérdida la independencia de la mujer.
La violencia doméstica sigue un ciclo: primero se producen pequeños conflictos en la pareja, seguidamente aparece violencia verbal y psicológica hasta pasar a la violencia física. Después el agresor se arrepiente de su comportamiento y se muestra cariñoso. Los ciclos de violencia volverán a repetirse.
La mayoría de éstos agresores no se encuentran relacionados con hechos criminales. Como hemos comprobado, no existe una característica específica en la personalidad de los agresores. Existen diferentes tipos de agresores:
El agresor patológico: Diríamos que engloba a todos. Se considera que, “o está loco, o tiene problemas, o a la mujer le gusta que le pegen”.
Las principales característica que presenta éste tipo de agresor sería:
Enfermedades orgánicas:
Traumatismos craneoencefálicos y tumores.
Epilepsia
Psicosis funcionales:
Esquizofrenia
Trastorno delirante paranoide
Psicosis maníaco-depresiva
Dentro del maltrato la mujer destaca el tipo celotípico. Consiste en que el sujeto está convencido, de que su pareja es infiel. Como solución tomo medidas agresivas para acabar con esa infidelidad imaginada.
Neurosis
Destaca el componente autoagresivo.
Alcohol y sustancias tóxicas.
La agresividad viene ocasionada fundamentalmente por los efectos de estas sustancias.
Agresores normales: No tienen enfermedades mentales ni trastornos de la personalidad
Agresores Trastornos de la personalidad: Aparecen como personalidades perturbadoras. Existen doce tipos de trastornos de la personalidad y en un mismo individuo pueden presentarse más de un tipo. Dentro de estos tipos, destacaremos la personalidad paranoide, antisocial , límite y pasivo-agresivo
Víctima: la víctima presenta unas características, que hace pensar que la situación está condicionada por ella.
Generalmente la víctima, cree que su pareja cambiará. Mientras tanto estos hechos se repiten constantemente, transformando la personalidad de la víctima. Se sienten extrañas, con un miedo terrible. La víctima suele tardar demasiado tiempo en pedir ayuda por miedo, amenazas, falta económica...
“ El principal problema para la víctima es ser mujer. Los hechos violentos hacia las mujeres son mejor comprendidos como la realización de una conducta masculina ”.
El maltratador es, fuera de su casa, un tipo ejemplar. Suele estar muy considerado fuera del entorno doméstico. Por eso, cuando se conoce su conducta , las reacciones suelen ser de sorpresa.
Podemos distinguir tres frases:
a) de tensión creciente.
b) de agresión aguda.
c) de amabilidad y afecto.
SOLUCIONES POSIBLES
Cuando se realiza la denuncia, la mujer se encuentra con un grave problema: como regresar a su domicilio si al agresor se la tienen que notificar.
Todas las denuncias que presente una mujer deben ir al mismo juzgado para que el maltrato se convierta en un delito.
REFLEXIÓN
El hecho de cada vez se conozcan más casos de malos tratos no es porque haya más agresiones, sino porque la mujer empieza a alzar la voz. De todos modos es una cifra muy importante que se conoce gracias a la valentía de mujeres que han decidido poner fin, porque la violencia familiar no es un problema privado sino también público que atenta contra los derechos de la mujer y las criaturas.

viernes, 7 de enero de 2011

VIOLENCIA PSICOLOGICA O MENTAL...




La violencia psicológica incluye maltrato
verbal en forma repetida, acoso, reclusión y
privación de los recursos físicos, financieros
y personales. Para algunas mujeres, los
insultos incesantes y la tiranía que
constituyen el maltrato emocional quizá
sean más dolorosos que los ataques físicos,
porque llevan eficazmente la seguridad y
la confianza de la mujer en sí misma. Un
solo episodio de violencia física puede
intensificar enormemente el significado y el
impacto del maltrato emocional. Se ha
informado que las mujeres opinan que el
peor aspecto de los malos tratos no es la
violencia misma sino la "tortura mental" y
"vivir con miedo y aterrorizada".

Falta de detección

En la mayoría de los países no se ha
identificado y prestado apoyo a la mujer que
experimenta violencia en el hogar. Ello se
debe en parte a que las mujeres buscan
ayuda de los vecinos o de sus familiares, no
de los servicios policiales o sanitarios.
Varios estudios han revelado que la
vergüenza o el temor de represalias suele
impedir que la mujer notifique de un ataque
a las autoridades, o incluso de hablar con
amigos al respecto. Algunas mujeres temen
que al denunciar sus lesiones, los servicios
de protección al menor se lleven a sus hijos.
Los servicios que podrían prestar apoyo,
como la policía o la atención de salud,
suelen no identificar a la mujer que es objeto
de violencia, o no pueden responder
adecuadamente. Pueden no estar adiestrados
para tratar el problema ni saben a qué
lugares referir a las mujeres que buscan
ayuda. Pueden tener miedo de afrontar el
problema o no estar preparados para tratar la
compleja situación que rodea a la mujer que
ha sido objeto de violencia.

Consecuencias para la salud

Las consecuencias de la violencia contra la
mujer pueden no ser mortales y adoptar la
forma de lesiones físicas, desde cortes.

AMADA POR DIOS.




¡Cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser
humano halla refugio a la sombra de tus alas. Salmo 36:7

Lea, pobre Lea nunca fue afortunada en el amor, desde que nació todo
le fue muy mal, su familia pertenecía a un clan de ovejeros nómadas
que vivían en Harán, ellos eran una tribu tradicional que pensaba
que todo primogénito debía ser varón, así que desde su nacimiento su
marca de mala aceptación quedó ilustrado en el nombre que le
pusieron: VACA. Una aldea de ovejeros le pone vaca a un hijo cuando
es notorio que éste no encaja con lo deseado, por lo menos imagino
que fue el caso de Lea, cuyo nombre representaba vaca para todos
los paisanos que la vieron crecer.

Los ojos de Lea nunca estuvieron alegres, Cómo estarlo si tan sólo
al llamarla le hacían recordar burlonamente que nunca fue anhelada,
o quizá si, pero solo cuando el vientre de la madre no advertía que
el bebé que nacería no sería el varón soñado.
Lea no se sentía amada por nadie, ni por sus padres, ni por los
lugareños de Harán, ya era bastante feo que nadie la quisiera para
que en el colmo, aparezca otra personita que en comparación,
terminaría agravando su pobre reputación.
Lea tuvo una hermanita: Raquel, ¡otra mujer! ¡Ya no estaría sola en
este mundo desgraciado! ¡Esta sería su compañera en el dolor! ¡De
repente dos unidas en el rechazo podrían hacer frente con dignidad
la vida! ¡Quizá ella si la entendería y hasta podría darle amor! No
Lea, siento decirte que te equivocaste, ella no sería tu auxilio, de
ella no saldría tu redención.
Raquel era sumamente hermosa, tan bella que los padres al verla la
llamaron inmediatamente por el nombre que merecía tanta hermosura:
OVEJA, ella si debe ser oveja, es tan encantadora, hasta su llanto
es dulce, es maravillosa, la preferida del pueblo, la más bella
entre las bellas.
Y creció siendo la reina de belleza del pueblo, engreída y graciosa,
imagino que todos los vaqueros pelearían por quién sería el
afortunado que la desposaría, pero las vecinas de Harán también
inventaban historias que algún día vendría un príncipe a desposar a
semejante primor.
Pobre Lea, sus sueños de sentirse comprendida, amada, se
desvanecieron tan solo al ver a su pequeña hermana, los ojos de Lea
ya no podían ser más tristes, ella parecía una vaca, pesada y sin
gracia, la otra una oveja, ágil y deseada.
Y el príncipe llegó, se llamaba Jacob, había parado cerca de la
tierra de los orientales y se detuvo al ver a tres manadas de ovejas
bebiendo cerca de un pozo:
-¿De dónde son ustedes? Le preguntó Jacob a los pastores.
Y se puso a conversar amenamente con ellos, cuando de pronto los
pastores le dijeron:
-¡A propósito, ahí viene Raquel con las ovejas!-
Parecían tan orgullosos de su Raquel, Jacob ya no escuchó más
explicaciones, ayudó a Raquel a remover la piedra del pozo para que
sus ovejas bebieran, tomó a Raquel y la besó, fue amor a primera
vista, hasta las lágrimas le inundaron los ojos a la joven pareja,
el amor los inundó de pasión.
Todo el pueblo entró en una algarabía nupcial, la bella princesa se
casaría con el apuesto Jacob, ¿alguien imaginó cuanto sufría su
hermana mayor? No, si nunca nadie la tomo en serio, que les iba a
importar su dolor.
El padre de Raquel jamás fue muy honesto, claro que le gustó la
idea que Raquel se casara con el hombre ideal, pero no se la daría
fácil, así que ideó un plan, si deseaba este mancebo a su hija,
tendría que trabajar siete años por ella, sólo entonces la
entregaría.
Los siete años pasaron pronto para Jacob, era tan el ardor que
sentía por la bella Raquel que el tiempo se esfumó, Labán seguiría
con su cruel plan, sin considerar los sentimientos de nadie.
"Labán reunió a toda la gente del lugar y ofreció una gran fiesta,
pero cuando llegó la noche, tomo a su hija Lea y se la entregó a
Jacob, y Jacob se acostó con ella". Génesis 29:22-23
Lea no quiso participar de la esperada boda, ¿para qué? De repente
su aspecto desluciría la ceremonia, se quedó encerrada en su cuarto,
de pronto Labán apareció, -¿quién se imaginaría que mi padre vendría
él mismo a llevarme? ¿Se habrá arrepentido por todos estos años de
desamor? ¿Quizá ahora si me tomaría un poco en cuenta ya que Raquel
partiría a tierras lejanas? ¿Conocería al fin el amor del padre?-
Labán traía consigo un hermoso vestido acompañado por un exquisito
velo:
-¡Póntelo rápido! ¡Date prisa la ceremonia ya va a terminar! Dijo
Labán-
Pobre Lea, nunca le habían dado un regalo tan espléndido, -"que
extraño, parece un vestido nupcial, y el velo es perfecto, encaja
tan bien con el vestido, cubre mi rostro y casi ni se nota quién
soy, ¿será por eso que me lo da?-
Labán no quería esperar a que Lea lo piense demasiado: -ponte rápido
todo, cúbrete bien el rostro y vamos-
El padre de Lea nunca fue un padre amoroso, era duro reconocerlo,
pero si por lo menos él le hubiera defendido, quizá ella no hubiera
sufrido tanto, pero ahora, todo sería diferente, su padre parecía
que trataba de congraciarse con ella, este hermoso vestido, las
sandalias, el velo…
-¿A dónde vamos papá?- Quizá preguntó Lea.
Labán no respondió, sólo la llevó a la tienda de Jacob y la entregó
en vez de a Raquel, Lea la fea, Lea la vaca, Lea la accidental,
ahora sería Lea la rechazada.

"A la mañana siguiente, Jacob se dio cuenta de que había estado con
Lea, y le reclamó a Labán: -¿Qué me has hecho? ¿Acaso no trabajé
contigo para casarme con Raquel? ¿Por qué me has engañado?" Génesis
29:25

Lea era la no amada, nunca nadie la defendió, a nadie le importó lo
que ella sentía, ni siquiera esa noche que pareció un ensueño,
cuando aquel príncipe la amó creyendo que era otra mujer, nadie le
preguntó cómo se sentía cuando Jacob nunca más quiso ni verla y
trabajó otros siete años por su hermana Raquel, pobre Lea, ¿cuándo
sería el día que por fin alguien la amaría por ser ella misma?

"Cuando el Señor vio que Lea no era amada, le concedió hijos. Lea
quedó embarazada y dio a un hijo, al que llamó Rubén, porque dijo:
El Señor ha visto mi aflicción; ahora si me amará mi esposo".

Lea aunque no amada, fue la madre de los primeros cuatro hijos de
Jacob: Rubén:
Que significa: "él vio mi aflicción"; Simeón: "el que oye"; Leví:
suyo significado es el verbo unir, amar; y Judá: que es el verbo
alabar.

Dios si amó a Lea, la amó a pesar que al principio ella veía en sus
hijos una oportunidad para que Jacob la apreciara, por eso Rubén
significaba "el Señor ha visto mi aflicción; ahora si me amará mi
esposo", Simeón: "Llegó a oídos del Señor que no soy amada, y por
eso me dio también este hijo", Leví: "Ahora si me amará mi esposo,
porque le he dado tres hijos".
¿Dónde esta tu dignidad Lea? Me dan ganas de preguntarle, ¿tan
importante es para ti el amor de un hombre? ¿No te das cuenta que el
amor de Dios puede aplacar toda tu necesidad?
Lea entendió lo que Dios le estaba enseñando, por eso cuando tuvo a
Judá dijo: "Esta vez alabaré al Señor".

Dios siempre amó a Lea, por eso de su hijo Leví nacería el
sacerdocio levítico que comenzó con Aarón, y de su último hijo Judá
nacería el linaje real de David y finalmente el propio Jesús.
El Señor le devolvió a Lea su dignidad, porque cuando Dios ama el
defiende, cuando Dios ama él perdona.

"Tu amor, Señor, llega hasta los cielos; tu fidelidad alcanza las
nubes. ¡Cuán precioso, oh Dios es tu gran amor! Todo ser humano
halla refugio a la sombra de tus alas. Extiende tu amor a los que te
conocen, y tu justicia a los rectos de corazón" Salmo 36

Dios le dio a Lea el premio mayor, no sólo sus hijos, le dio algo
más grande, le dio el beneficio de sentirse amada y defendida por
él, por eso al reconocer ella que el amor del Padre celestial era
más valioso que cualquier afecto, alabó al Señor con todo su
corazón, por esa alabanza sincera el Salvador la redimió y la premió
con un linaje santo, de su estirpe nació el Salvador que vino a dar
el verdadero amor a la humanidad.

En el Salmo 45 está la descripción de la boda real entre el Rey de
Reyes y la hermosa novia, quiero pensar que la novia nos representa
a todas las Leas del mundo, que fueron quizá desestimadas y
relegadas por todos, pero que un día el más apuesto de los hombres,
cuyos labios son fuente de elocuencia, el bendito entre los
benditos, vestido de esplendor y majestad, ceñido con espada,
valiente y santo, cabalgó victorioso y en nombre de la verdad, la
humildad y la justicia tomó a su princesa, la vistió de finos
brocados, y acompañada por sus damas la hizo entrar a su palacio
real.

"Haré que tu nombre se recuerde por todas las generaciones; por eso
las naciones te alabarán eternamente y para siempre" Salmo 45:17

Así es el amor de Dios, el amor que tiene por ti hará que en nombre
de la verdad, la humildad y la justicia seas reivindicada al lugar
más alto, por amor él así lo hará. Créelo.

miércoles, 5 de enero de 2011

CREE SIEMPRE EN TI ..


Confía en las cosas que te inspiran.
Confía en las cosas que te dan felicidad.

Confía en los sueños que siempre has anhelado y déjalos hacerse realidad.

La vida no hace promesas sobre lo que te reserva el futuro.

Debes buscar tus propios ideales y animarte a cumplirlos.

La vida no te ofrece garantías sobre lo que tendrás. Pero te ofrece tiempo para decidir qué buscas y arriesgarte a encontrarlo y a revelar algún secreto que encuentres en tu senda.

Si tienes voluntad para hacer buen uso del talento y de los dones que son sólos tuyos, tu vida estará llena de tiempos memorables y de inolvidable alegría.

Nadie comprende el misterio de la vida o su significado, más para aquellos que deciden creer en la verdad de lo que sueñan, y en sus fuerzas, la vida es un singular regalo y nada es imposible.

martes, 4 de enero de 2011

REFLEXION...


Va el viajero por las nubes. En ellas anda siempre, de modo que el paisaje le resulta familiar. De pronto se abre el cielo y a través de la ventanilla del jet se mira este paisaje pintado por el doctor Atl: cuatro volcanes de nevadas cumbres igual que cuatro cirios prendidos a la tierra.
Es bello el suelo mexicano. Sin nosotros sería un paraíso. No hemos aprendido esa forma de amor a la naturaleza que consiste en gozar sus frutos sin atentar contra ella. Hicimos de nuestro país un páramo, y luego un gigantesco basurero que ni siquiera acaba donde empieza el mar, porque también sus aguas hemos maculado.
Pensemos en una hermosa casa cuyos moradores, necios, destruyen el mobiliario de los aposentos, y socavan los pisos, y ensucian las paredes, y rasgan los preciosos cortinajes, y prenden fuego al maderamen de los techos.
Heredarán los suyos esa casa y no será ya casa, sino ruina. Igual nosotros: daremos como herencia a nuestros hijos los desolados restos de lo que no supimos conservar.