miércoles, 29 de febrero de 2012

SI NO CAMBIAS,TE ESTANCAS...

El mundo cambia, nuestro entorno cambia, las personas que amamos cambian… y nosotras también cambiamos.
La vida siempre sigue hacia adelante, a veces con cambios que nos duelen.
Pero como mujeres también crecemos, maduramos y evolucionamos. No nos estancamos, aprendemos de los errores y nos adaptamos a lo que la vida nos tenga deparada. Somos sensibles pero de corazón fuerte, no nos quedaremos ancladas en el ayer, forjamos nuestro futuro.
Todo cambia en el mundo: nada tiene la virtud de permanecer igual por siempre. Nosotras también cambiamos: ya no somos las mismas de ayer, hemos pasado por un montón de circunstancias que han cambiado nuestro corazón y nuestro cuerpo. Por todo ello, es importante que sepamos adaptarnos a los cambios, porque si no lo hacemos, podemos tener problemas y estancarnos.
La naturaleza de la vida es el cambio, ni siquiera las estatuas conservan su esencia por una eternidad: el clima, el pasar de los días, las remodelaciones y otro sinfín de acontecimientos hacen que varíen en su color, su textura y forma… Y como nosotras no somos estatuas, los cambios se hacen aún más inevitables en nuestra alma, ya que hemos ido reacomodando nuestra forma de proceder y de pensar según las pruebas que nos ha puesto el camino.
Puesto que cambiamos de forma constante, necesitamos adaptarnos a esos cambios: ¿Recuerdas cuando empezaste a ser adolescente? Tu cuerpo empezó a modificarse y tu mente como una mariposa revoloteaba de aquí para allá buscando el norte. Así fue como empezamos a prepararnos para convertirnos en adultas. Lo mismo sucede con los cambios que llegan a nuestras vidas: debemos afrontarles y adaptarnos a ellos, porque de lo contrario llenaremos nuestro diario vivir de contrariedades, ya que si la innovación llega a nuestro camino es porque le necesitamos.
No podemos seguir “haciendo más de lo mismo” cuando las cosas han cambiado: no podemos seguir caminando hacia el trabajo cuando nos hemos mudado lejos de él, no podemos actuar como adolescentes cuando tenemos responsabilidades, no podemos seguir con una relación cuando los sentimientos han cambiado, no podemos continuar con un trabajo que ya no nos satisface…
Los cambios requieren adaptación, entonces ¿para qué complicarnos la existencia? ¿Por qué nos aferramos tanto a ese viejo “yo” que ya no existe? ¿Por costumbre? ¿Por miedo? ¿Por facilismo?
¡Dejemos a un lado lo de antes!
Lo importante es lo que vamos a hacer con nuestro ahora. Movernos es la simple diferencia entre avanzar o estancarnos en nuestros propios caminos. Este no es un proceso fácil, pero tampoco tiene porqué ser difícil y tortuoso.
Con el avance de la tecnología, hemos aprendido a cambiar del teléfono fijo a los móviles, hemos sido flexibles en cuanto a ello y a decir verdad, le hemos encontrado muchos beneficios a esta evolución, ¿por qué con nuestro corazón debe ser diferente? ¿Por qué no le encontramos beneficios a nuestros cambios?
Todo lo que llega a nuestras vidas es una potencial fuente de felicidad. De nosotras depende quedarnos con ello o rechazarle por nuestro miedo al cambio.

miércoles, 22 de febrero de 2012

NADIE QUE TE HAGA SENTIR MAL TE MERECE

Eres mujer, eres valiosa y entregas amor en abundancia.
Si no recibes amor, si estás quedando en el olvido, si ya no eres apreciada, si todo son críticas hacia ti y si todo quedó en promesas incumplidas que el viento se llevó… entonces recibes menos de lo que mereces y necesitas.
Nadie que te haga sentir mal te merece.
Muchas veces descuidamos el amor, lo dejamos abandonado, dejamos de pensar en nuestra pareja, sólo importan nuestros problemas y todo lo demás nos sobra.
Mientras ambos se alejan, también se van alejando los corazones y las promesas… se cae en forma muy triste, supone mucho tiempo de esperas que se vuelven eternas, de planes, de sueños que al final quedan en la nada…
- Sólo promesas al viento-
Es difícil recuperar el tiempo que se va, pero lo más triste del amor, es que aunque cada persona ama de distinta forma, siempre esperamos que nos amen como nosotros amamos.
Pero eso es muy difícil, sólo tú sabes amar de esa manera, cuando ya sientes ese vacío que deja un amor, es mejor alejarse, pensar que las palabras no eran tales, así que a volver a vivir y empezar la vida sin esa persona.
Nadie debe dejarte sin ganas de nada, la persona que pierde es la que se va, porqué tú nunca te has ido, sólo que no te supieron apreciar, hay que dar olvido a esa relación…
Nadie que te haga sentir mal te merece.

miércoles, 15 de febrero de 2012

MUJERES QUE AMAN DEMASIADO


¿Miedo a quedarse solas? ¿mentiras? ¿celos? ¿agresiones? ¿infidelidades? ¿amor? ¿pasión? ¿odio? Una mujer que tiene una relación amorosa que perjudica su bienestar emocional, e incluso hasta su salud e integridad física, sufre porque ama demasiado…

Veamos al amor: cuando en vez de alegría causa sufrimiento.

Todo eso expreso Maricarmen Silva de Arellano, psicoterapeuta, quien basada en el libro “Las Mujeres que aman demasiado” de la reconocida terapeuta familiar Robin Norwood, imparte actualmente el curso con el mismo nombre en la Ciudad de Culiacán, Sinaloa, México, para tratar con las mujeres que se interesan o padecen esta patología.

Decía que con solo amarse uno mismo y dejar las dependencias emocionales o físicas, se puede evitar una vida intolerable, de sufrimiento, por no saberse medir al amar. “Este tema es muy profundo y fuerte, de gran reconciliación interior”, mencionaba, “las mujeres se interesan por saber como medir su capacidad de amar, si estan amando como se debe, o estan amando de más”.

En algunos casos, el tema de las mujeres que aman demasiado esta relacionado con el alcohol, por la co-dependencia que provoca, siendo una de las adicciones más dificiles de curar desde el punto de vista psicológico.

La maestra Silva de Arellano, afirmó que no solo el alcoholismo es un factor determinante en la conducta de ciertas mujeres, tambien influyen los patrones que tienen desde la infancia, como la falta de afecto por parte de los padres, comparación entre hermanos, desvalorización, entre otros.

Cuando las mujeres sienten curiosidad por conocer si su capacidad de amar es la adecuada, deben tener una especie de “termómetro”, expreso, donde la temperatura media indique un equilibrio que no permita sufrir.

El amar demasiado puede llegar a ser una adicción, un problema común en las mujeres, pero no quiere decir que los hombres no lo sufran, sobre todo, cuando son codependientes de su pareja, y se olvidan de brindar amor y atención a sus hijos y a su casa.

“Para dar vida a la familia se necesita una mejor vida” mencionó, entre otras cosas….. como: SUFRIR POR AMAR… El amor, tiene el poder de hacer que las mujeres se sientan plenas o desafortunadas en sus relaciones de parejas.

En toda relación es difícil nivelar los grados de amor, porque siempre hay una parte que ama con mas intensidad que la otra… Siempre hay uno que ama mucho, pero el otro ama mejor.

Expresó que el problema se complica cuando la parte que entrega todo de si, sufre al no recibir en la misma medida, permitiendo ser víctima de la violencia psíquica por parte de su pareja.

Las mujeres que aman demasiado dejan de lado su dignidad, dejan de lado su orgullo, prefieren tener a un hombre que no las quiere a su lado, antes de tener un lugar vacío en la cama, porque creen que estarían peor solas.

En estas relaciones, el amor genuino no existe, solo el miedo alimenta la necesidad de tener la compañía de alguien. Por lo general, las mujeres que aman demasiado se unen a los hombres opuestos a su ideal, porque el temor al rechazo no les permite enfrentar el verdadero amor.

Los síntomas por amar demasiado pueden ser:

Cuando las conversaciones solo son sobre las ideas y sentimientos de la pareja.
Cuando se disculpa su mal humor, caracter, indiferencia o desaires.
Cuando se soportan sus conductas, gritos desaforados, valores.
Cuando la relación perjudica el bienestar emocional, salud, e integridad física.
Cuando siente tristeza sin motivo, nerviosismo y baja autoestima.

Amar demasiado es cuando la pareja es inadecuada, no mala… solo diferente. Pero es hasta pasados los años cuando se dan cuenta de que viven al lado de una pareja desamorada, inaccesible, y hasta enojona.

La Sra. Silva de Arellano, en su conferencia dijo que a pesar de reconocer esas características no se puede dejar a la pareja, se le quiere y necesita cada vez más.

Muchas personas se obsesionan con sus parejas que no pueden amarlas, viviendo una situación autodestructiva. Este tipo de amor unidireccional, más que amor, es tóxico.

Las mujeres que aman demasiado, y presentan algunas de las conductas anteriormente expuestas, solo podrán recuperarse cuando descubran la capacidad de amarse a si mismas primero.

Nunca es tarde para tomar el camino correcto. Dios no te llamó a esclavitud sino a vivir en dignidad.

martes, 7 de febrero de 2012

¿COMO TE VAS AMAR, SI NO TE CONOCES?

Somos mujeres, somos valiosas. Somos hijas de la más sublime de las naturalezas que puede existir.
En nuestro corazón habitan dulces sentimientos, palpita la nobleza y hay un inmenso faro que le regala luminosidad a este mundo que a veces se queda en la penumbra.
Las mujeres somos inmensamente importantes, pero a veces no lo reconocemos y tristemente no nos damos ni por enteradas. Todo ello porque sencillamente no nos hemos regalado un minuto de nuestro tiempo para saber quién es la mujer que habita en nuestro cuerpo: creemos ser de una forma, pero luego descubrimos que los demás nos ven de otra manera; ya no nos gustan las mismas cosas de antes, queremos explorar nuevos caminos, soñar con otros horizontes… ¡Somos mujeres nuevas! Pero desconocidas para nosotras mismas… ¿Qué nos pasó? ¿Por qué nos perdimos a nosotras mismas?
“¿Quién soy yo?”
Somos unas extrañas para nuestro propio sentir, hemos olvidado lo que es responder con seguridad ante una pregunta tan sencilla como “¿qué te gusta hacer?” Nos sentimos raras y al mirarnos al espejo no sabemos de quién es ese reflejo que se filtra ante nuestra mirada. Es entonces cuando llega el momento de las preguntas: ¿cómo es que nos permitimos vivir en ignorancia sobre nosotras mismas? ¿Cómo podemos amar a quien no conocemos? ¿Cómo vamos a amarnos si no sabemos quiénes somos?
La autoestima no sale de la nada. No podemos agarrar una barita mágica, agitarla un poco y crear autoestima. Porque esta última parte de un proceso de conocimiento y aceptación para con nosotras mismas. Pero esta aceptación no es conformista, es una aceptación en la que le damos lugar a nuestra alma en todos sus niveles agradables y no tan agradables, sin olvidar que a pesar de nuestros fallos podemos ser mejores que ayer.
Una persona drogadicta no puede sanarse sino reconoce que es drogadicta. Asimismo, nosotras no podemos amarnos si no nos reconocemos y aceptamos: “yo me amo porque sé a quién amar, porque me enamorado de mis defectos y virtudes, y por qué sé, que por amor a mí misma puedo ser cada día más bella de lo que ahora soy”.
No podemos cruzar un caudaloso y enfurecido río si no tomamos el puente. Tampoco podemos tener autoestima si no nos conocemos y nos aceptamos. ¡Conócete, acéptate! y luego, ¡ámate!
¿Qué no es ése el orden de una buena relación de pareja? ¿Qué tal si hoy empiezas por enamorarte de ti misma? Debemos iniciar por el lado correcto: amarnos a nosotras mismas es el primer paso hacia la plenitud, ¿acaso crees que hay otra manera de ser felices?