domingo, 22 de marzo de 2015

LIBERATE " SI NO TE RESPETA NO VALE LA PENA ... NO LO DUDES





 Es verdad que todos los seres humanos nacemos con un valor intrínseco e incomparable, pero no podemos negar que, por las causas que sean,  hay personas que parecen esforzarse por demostrar lo contrario,  y solo se dedican a abusar, lastimar y transgredir los derechos de los demás. También es cierto que la cuestión cultural y los estereotipos sociales influyen, tanto en los hombres como en las mujeres, para construir la forma en que nos relacionamos. Sin embargo, está más que comprobado que al vivir en un sistema patriarcal y machista, las mujeres hemos sido las más perjudicadas, debido a que el comportamiento de un gran número de hombres es irrespetuoso, abusivo, incompasible, grotesco, violento y, muchas veces, con características similares a las de un potencial delincuente....Y lo anterior puede palparse todos los días, en cada rincón del planeta, pues la violencia contra las mujeres se ejerce de forma por demás descarada, abierta, impune y natural.

Sin embargo, no son pocos los casos donde las mujeres argumentan que: "Cuando nos reconciliamos,  él es maravilloso, y yo sé que tengo la culpa por provocar sus enojos, así que le prometí que cambiaría mi forma de ser", o  "Estoy segura de que él va a cambiar, porque dice que me ama y así me lo demuestra"...¡¡¿Cuántas mujeres no hemos hablado así?!!,  ¿Cuántas hemos vivido, consciente o inconscientemente,  inmersas en un ciclo de manipulación y violencia durante un tiempo indeterminado?, ¿No es aberrante la forma de manipulación que muchos sujetos son capaces de ejercer y, sobre todo,  la espeluznante forma en que los abusos se naturalizan debido a una educación machista, donde muchas (muchísimas)  mujeres siempre acabamos "complaciendo" y acatando  la voluntad de un individuo que se cree superior?..Y peor aún, ¿Por qué nos quedamos con quien nos limita, nos amedrenta, nos aísla y nos causa daño?

Muchas mujeres soportan (o hemos soportado) una vida de maltrato al lado de maridos-verdugos por varias razones, por ejemplo, ¿cuántas veces no hemos escuchado o dicho?:  "Estoy con él por amor a mis hijos", "Ellos necesitan un padre", o bien, "Nunca he trabajado" o "Ya es muy tarde para dejarlo", razones que solo reflejan el temor a  enfrentarse  una vida de "carencias" y de "soledad"....pero no es así.

 ¿Existe peor carencia que  la falta de dignidad, de valor y de amor por una misma?, ¿Ese es el ejemplo que debo darle a mi hija?, ¿Vale la pena que una mujer entregue la dignidad y su integridad emocional y física a un sujeto que no la valora y no la respeta?...

¿Vale la pena quedarse, aferrarse y luchar por alguien que diariamente aniquila de formas diversas nuestra autoestima, nuestra integridad, nuestra salud y nuestras vidas?

Hoy, a pesar de todos mis problemas actuales, de mis necesidades, de mis miedos, de la incertidumbre a lo desconocido, puedo decir con toda seguridad que nadie....ningún hombre vale la pena para que una mujer entregue sus sueños, sus ilusiones, sus anhelos a costa de su su dignidad o arriesgue su salud emocional, física, mental o sexual. Ningún hombre merece que una mujer  sufra, llore, se amargue la vida o se convierta en un ser temeroso, dependiente...invisible.

....No vale la pena aferrarse o rogarle a ningún hombre, mucho menos a quien solo  lastima, maltrata, humilla, denigra  o violenta a las mujeres de la forma que sea.


Y es que hay hombres de los que las mujeres debemos alejarnos, evitarlos a toda costa anteponiendo nuestra seguridad y resguardando la dignidad que poseemos, son sujetos por los que no vale la pena invertir nuestro valioso tiempo y, mucho menos, intentar iniciar o mantener una relación sentimental, porque generalmente, son tipos que no saben el significado de la palabra RESPETO


Reflexiona...

¿Acaso vale la pena aquel sujeto que no valora  ni respeta a las mujeres, y lo muestra  a través de actitudes, expresiones como el lenguaje o los chistes sexistas, la  indiferencia, los gritos y los insultos... o aquellos que ejercen todo tipo de abusos, desde los más sutiles hasta los más crueles y  monstruosos...o los que se la viven vulnerando la autoestima y la integridad  de la mujer a la que dicen "amar"?...No, de entrada sabemos que NO vale la pena un tipo así y, mucho menos, acercarse a un ejemplar de ese calibre, sin embargo,  la realidad es muy diferente y lamentablemente muchas mujeres han vivido (o viven) con sujetos así....

Pregúntate si vale la pena relacionarse con el tipo que tacha a  una mujer (la que sea) de zorra, puta, fácil, resbalosa u otras expresiones similares,  externadas con todo desenfado, con el fin de  juzgar y someter el comportamiento de aquellas que viven con libertad, plenitud y sin estigmas.¿Será beneficioso para nosotras involucrarnos con alguien que se siente con el derecho de imponer parámetros, condiciones y requisitos para calificar el comportamiento de las féminas con estereotipos que  marcan y limitan lo que para ellos "debe ser una mujer"?. Y hay de aquella que no cumpla con esos "requisitos" impuestos, porque entonces es considerada como loca o puta.

NO VALE LA PENA aquel sujeto que mientras la mujer cumpla con los roles establecidos por la sociedad en la que vivimos, sea entregada,  sumisa, abnegada y sin ilusiones, es considerada como una "verdadera  mujer", pero si ella se atreve a despertar un día con la idea de perseguir sus sueños y realizarse de una forma distinta a la que vive al quedarse en casa porque ya no desea ser solo esposa y madre, entonces es cuestionada, su honorabilidad se pone en duda y de inmediato pasa de ser "buena mujer" a "enferma o loca". ¿Vale la pena mantenerse con alguien que lejos de  apoyarla, no la estimula, no cree en sus convicciones y, además, le complica la vida en lugar de ser un verdadero compañero que la complemente?.

Definitivamente quien NO VALE LA PENA es el macho que se autodenomina "Soy muy hombre",  y que piensa que el sexo femenino, niñas y mujeres por igual, son objetos de su propiedad y, por lo tanto,   carentes de derechos y libertades. Ese egoísta y narcisista que, según su reducido criterio, tiene el derecho a usar  a las mujeres, humillarlas, ordenarlas, exigirles, prohibirles y hasta explotarlas, sintiéndose dueño no solo de sus pensamientos y  de sus sueños, sino hasta de sus cuerpos, de su intimidad y de su sexualidad, sin importar si se trata de su hija, esposa, amante, madre, hermana o una desconocida.

Es similar al que tiene ideas discriminatorias y misóginas,  que en cada oportunidad manifiesta que el sexo femenino es inferior al masculino. Ese  que no conoce la palabra RESPETO,  que no soporta que "su" mujer se arregle, que sea independiente, estudie o que tenga su propio criterio  ¿Vale la pena luchar por este patán que suele hablar mal de las mujeres en general,  que las considera  como esclavas, como seres destinados a las labores domésticas, cuyo único fin en la vida debe ser el de atender y servir a los hombres en todo lo que deseen?


No, no vale la pena mantenerse cerca de un sujeto que continuamente ofende,  humilla y minimiza  al sexo femenino con frases típicas como: "Sin mi no eres nadie", "Eres una inútil", "Tu único trabajo es cuidar de la casa y de tus hijos", "Deberías agradecerme que me haya fijado en alguien como tú" o "Eres una fodonga", pero si la mujer se arregla o intenta  hacer algo diferente de su vida, entonces alega: "Pareces una puta, mejor cámbiate", o "Las mujeres solo sirven para tener hijos y para cuidar al marido". En casos más extremos, todo lo arregla con amenazas, insultos, golpes y, muchas veces, causando en la mujer daños catastróficos.....Este  tipo es de los más indeseable pero, lamentablemente, muy común y cada vez más frecuente.

Pero no todos los sujetos indeseables son tan evidentes desde el principio....Un hombre que no vale la pena tiende a aprovecharse, en primera instancia, de los sentimientos y emociones femeninos para manipularla, abierta o discretamente. Los hombres machistas siempre lo harán de manera abierta, pero existen los peores, que son aquellos que controlan y manipulan de manera discreta y sutil.


¿Qué decir de quien es un experto en mentir para conseguir lo que quiere?, ¿Tiene sentido relacionarse con esta clase de tipos que se creen "conquistadores" (muchos hasta ridículos son)  y, por lo tanto, piensan que todas las mujeres deben caer rendidas a sus pies a la menor insinuación? , ¿Crees que vale la pena atarse a  un sujeto que es capaz de engañar y enamorar a base de falsas promesas, pero una vez que consigue lo que quiere, entonces  humilla y  culpa a la mujer de lo que él mismo  propició, acusándola de provocadora? Sí,  ese tipo que además de todo, abandona y elude toda responsabilidad,  dejando a la mujer todas las consecuencias que se generen ,  como si él no hubiera participado en nada.

¿Y qué decir del sujeto que suele ser carismático, gentil y seductor ante las personas que no son cercanas a él, pero en la privacidad resulta ser un verdadero maltratador con la mujer y, en su caso,  con sus hijos?  Ése que en un principio utiliza frases como: "Eres como el aire que respiro",  "Pienso en ti todo el tiempo",  "Si me dejas, me muero" o "nadie te puede amar como yo", expresiones usadas con el fin de ejercer el control de la relación, pero que envían un mensaje doble: el de amor y el de agresión, haciendo creer a la mujer  que la  ama, pero en realidad la lastima, la controla, la aísla, la manipula.
Es muy hábil para detectar las carencias o vacíos internos en personalidades dependientes, brindando así lo que sus víctimas necesitan para engancharlas y así comenzar a ejercer control sobre ellas, pero paulatinamente comienzan a volverse posesivos, controladores, celosos y manipuladores. Pueden identificarse al observar sus relaciones cercanas (con su madre, hermanas o exparejas), donde es común observar su personalidad dominadora y agresiva.

Piénsalo bien, no vale la pena continuar con un individuo que controla, manipula y somete a las mujeres a través del maltrato emocional, psicológico, físico,  económico, sexual o de cualquier otro tipo. Debemos evitarlos y ser cautelosas.

El celoso es otro individuo del que es preferible alejarse, pues no es más que un enfermo de inseguridad,  lleno de complejos y con una gran inestabilidad emocional. Habitualmente ataca la dignidad  y la integridad de su pareja, invadiendo su privacidad, controlando cada movimiento, prohibiendo todo tipo de contacto con su entorno, indicando con quién debe hablar, salir, o cómo vestirse y hasta cómo debe pensar. Y es tan cobarde que siempre culpará a la mujer de su  comportamiento. Con sujetos así, no vale la pena ni cruzarse en su camino, pues son expertos en dañar la autoestima de cualquier mujer, pero además, pueden ser  sumamente peligrosos.

¿Y no es desgastante y  una pérdida de tiempo involucrarse con un sujeto evasivo e irresponsable? Ese que se pasa la mayor parte del tiempo "evapórandose" porque nunca tiene tiempo para su pareja. Frecuentemente usa argumentos como "Tengo trabajo" o "Tengo otros planes"; nunca se preocupa por nadie, más que por él.  Ignora tus tristezas y tus problemas,  y tampoco se alegra con tus éxitos ni se interesa por tus  proyectos. Se justifica con absurdas frases como: "creí que no me necesitabas".  Acostumbra condicionar su presencia solo a ciertos momentos y vive evadiéndote a pesar de que puedes llegar a necesitarlo de alguna forma. Algunos llevan un estandarte de: "No me gustan los compromisos", lo que significa que  prefieren las cosas fáciles, solo cuando ellos quieran y sin que les implique mayor esfuerzo, responsabilidad u obligación con la que  tengan que cumplir en algún momento.  Sin embargo, acude a ti solo cuando él necesita algo, cuando él dice extrañarte, cuando él desea algo de ti  pero fuera de lo que él sienta, de lo que él quiera o de lo que él necesite, lo demás no le interesa.  Estos egoístas buscan ser amados, pero les cuesta, o no saben amar. Tienen necesidad continua de reconocimiento, de halagos, pero ellos no están abiertos a ofrecer nada, les cuesta involucrarse, escuchar, ponerse en el lugar del otro (falta de empatía). La intimidad y el compromiso les asusta, porque en las distancias cortas se aprecian las fracturas y las imperfecciones con más facilidad. Prefieren, por tanto, adoptar actitudes distantes y altaneras. 

Entonces,  ¿vale la pena alguien así?... No, porque quien se la pasa huyendo por los motivos que sean,  simplemente demuestra que no le importa nadie... ni tú ni la relación. Solo se interesa en lo que le suceda a él.


Es similar al tipo frío, descortés e indolente.... ¿vale la pena luchar por quien en ciertos momentos dice que te ama, que eres maravillosa, pero en la realidad no lo demuestra con hechos? Si te ignora, en público o en privado, o no te da tu lugar,  mejor piénsalo dos veces antes de continuar con alguien así. La vida está hecha de detalles, de momentos, de esencias, y si solo vivimos esperando que él muestre algún sentimiento o emoción, mientras incansablemente demuestras  tu  gran amor a él, estás en problemas….El tipo, simplemente, no vale la pena, pues cuando deba demostrar algún rasgo de solidaridad o de lealtad, simplemente no lo hará. La indiferencia y los silencios son violencia.


Fíjate muy bien antes de interactuar con alguien así. Como otros, acostumbran  presionar y engatuzar  de mil maneras a una mujer para lograr lo que ellos desean (son expertos manipuladores), pero una vez conseguido, su ausencia será constante. Eso sí, en muchos casos,   riegan por todos lados su "semillita", pero luego  desaparecen como por acto de magia,  dejando hijos abandonados a la deriva, sin reconocerlos y, obviamente, sin protegerlos, porque simplemente a ellos  "No les gustan los compromisos".

Algunos, cuando riegan hijos de forma irresponsable fuera de su matrimonio, suelen reaccionar cobardemente y entonces preguntan sorprendidos:  “¿Quién me asegura que  sea mi hijo?". Aunque todo es posible, casi invariablemente reaccionan como si no supieran que sus desmanes generan consecuencias y,  solo entonces recuerdan que: "Pero yo soy casado", y amenazan diciendo que: "No te voy a dar un peso porque tengo obligaciones con mis hijos y mi esposa"  Es entonces cuando, convenientemente, olvidan todo lo que prometieron meses atrás: "Yo nunca te prometí nada", "Tú sabías que tenía familia", "¿Para qué te embarazaste?", etc, etc, etc. Hacen de todo, con tal de evadir su responsabilidad y, claro, dejando todo a la mujer que embarazó.

Y aquí deseo hacer un breve paréntesis: Cuando alguien te "advierta" que "No quiere ningún compromiso", piénsalo bien...No aceptemos relaciones con sujetos superficiales solo por no estar solas o porque el sujeto nos gusta. Si no comulgamos con ideas de relaciones frees, ocasionales, compartidas o de cualquier otra índole, entonces no las aceptemos. Por el contrario, si te sientes realmente preparada para vivir encuentros ocasionales con sujetos frívolos, entonces hazlo, pero debes tener claro que todo lo que decidas y todo lo que hagas, deber ser de común acuerdo, no bajo amenazas, coerción o porque tienes baja autoestima.

En lo personal, un tipo que propone este tipo de relaciones, NO VALE LA PENA, y no porque una mujer esté deseosa de comprometerse (créanlo o no, cada vez hay mas mujeres que ya NO queremos atarnos de por vida a nadie), sino porque considero que  las relaciones se construyen poco a poco sin determinar un tiempo específico ni tampoco limitando la participación de los involucrados.  Y una proposición de esa índole refleja  una gran dosis de inseguridad, de  inmadurez y de inestabilidad, pero cada quien es libre de decidir.

Retomando, no olvidemos a aquellos sujetos que, con todo descaro, acosan a las mujeres,  ya sea en la calle, en un centro de trabajo, en la escuela, en el autobús o donde se les de la gana  Los molestos y abusivos acosadores pueden aparecen de la nada o, muchas veces, tenemos que tratarlos frecuentemente por cuestiones de trabajo o por alguna otra actividad que realizamos. En cualquier caso, son tipos indeseables que no paran de decir insulsos y ofensivos "piropos"  con alto contenido sexual, argumentando que "...así les gusta a las mujeres que las traten". Si son conocidos, se la pasan todo el día acosando, acercándose con cualquier pretexto, intentando tocar a la víctima y ofendiendo a la mujer en cuestión con sus pesadas actitudes. Pero los peores son aquellos que creen que tienen algún tipo de "poder" sobre la mujer (pudiendo tratarse de la pareja, el jefe, el maestro o alguien similar), convirtiendo la vida de la víctima en un verdadero calvario, ya que la relación (laboral o la que sea) se vuelve  insidiosa, alevosa y muy peligrosa, pues esos tipos pretenden dominar a las mujeres, cosificándolas , y en muchos casos lamentables, haciéndolas víctimas de agresiones sexuales.  ¿Pensarán que actuando así, cobardemente,  logran  mostrarse como "muy hombres"?...en realidad,  es todo lo contrario
Ninguno de esos pusilánimes que creen que el sexo es la única forma de tratar con las mujeres, vale la pena.

Como tampoco vale la pena aquel sujeto infiel, el que traiciona, el que promete y no cumple,  el que dice amar  a su pareja y a la primera oportunidad abandona a su familia por otra mujer y, cínicamente,   regresa cada vez que se le da la gana como si nada hubiera pasado.  Dicen que quien engaña una vez, engaña siempre, y aunque no es una regla, suele ser lo más seguro. También dicen que quien de verdad ama, regresa, pero la realidad es que un hombre que en verdad ama a una mujer, nunca se irá, ni le mentirá ni la   traicionará, mucho menos, le causará un gran sufrimiento.

Quien es  capaz de engañar y traicionar la confianza de su pareja,  se traiciona a sí mismo y eso es un claro indicio de que no vale la pena.

Muchos infieles tienen algo de machista (o mucho), e  intentan justificar absurdamente su traición al decir: "Soy hombre", o "Ella me provocó", con lo cual pretenden explicar un pésimo comportamiento que, por cierto,  no soportarían de una mujer.  Al creer que “como es hombre” tiene derecho  a fallar las veces que sean necesarias,  piensa que no debe ser juzgado por su comportamiento "natural"  y, por el contrario, debe ser adulado entre sus congéneres, comprendido por su entorno social y, en dado caso, perdonado por su mujer,  para luego volver a traicionar con la misma excusa y, tal vez, con mayor cautela.

Para conquistar a su víctima, el infiel miente diciendo "Ya no amo a mi mujer", "Mi matrimonio es una farsa, solo estamos juntos por los hijos", "He sufrido mucho y necesito una mujer como tú", o "Solo tú me haces feliz y por eso te prometo que voy a divorciarme"...y bla, bla, bla...¿vale la pena permanecer al lado de un sujeto que ni siquiera es capaz de valorarse a sí mismo?



Otro que, a mi parecer, NO VALE LA PENA, es aquel tipo irresponsable y desobligado que con toda calma se  desentiende de sus responsabilidades conyugales y paternas. Esos que ignoran de forma por demás vergonzosa y ruin las necesidades más básicas de su familia y, sobre todo, las de sus hijos. Esos a los que hay que perseguir, rogar y, en casos más serios, obligarlos de forma legal y judicial para que cumplan con dichas obligaciones. No importa si son casados o divorciados, pues demuestran su falta de responsabilidad en cualquier circunstancia, aunque en un divorcio suelen estar resentidos y, por tanto,  se comportan  de forma "vengativa" por lo que acuden a las acciones más ruines. Muchas veces, despojan a sus ex parejas de los bienes que entre ambos construyeron y evaden la obligación alimentaria que a sus hijos les corresponde.

Pero si de tracaleros se trata a la hora de pagar una pensión alimenticia, hay algunos que  prefieren renunciar a su empleo,  cambiar su lugar de residencia, poner  sus bienes a nombre de otra persona (cometen fraude) o, simplemente, gastan todo lo que tienen en abogados que alarguen y obstaculicen el proceso y todo solo para demostrar  el tamaño de su irresponsabilidad.

Son esos sujetos que, cientos de veces, utilizan a los hijos como rehenes, los manipulan de forma emocional y hasta legalmente, pues existen casos documentados donde la maldad de estos sujetos llega al extremo de arrebatárselos a su madre, todo con tal de herirla en lo más profundo de su corazón.

TAMPOCO VALE LA PENA aquel tipo, muy común, que no sabe aceptar un NO como respuesta. Ese necio que no sabe asumir el rechazo o el abandono de una mujer,  ni admite una negación hacia lo que él desea. Cree que iniciar una relación, la forma de llevarla y cuándo terminarla,  depende solo de él, no de la mujer, seguramente porque debe pensar que  a él "nadie lo deja” o que "ninguna vieja le dice lo que debe hacer" ....Y pobre de aquella que tenga la osadía de contradecir la voluntad de este tipejo, pues puede encontrar un verdadero enemigo, muchas veces peligroso, al sentirse despreciado…..pueden convertirse en un verdadero martirio, una pesadilla, pues son acosadores, rogones, pedirán perdón,  prometerán cambiar, pero todo será parte de una estrategia para cobrarse la osadía de haberlo rechazado o, peor aún, por haberlo abandonado.

Y, para esta servidora, tampoco valen la pena aquellos tipos caracterizados por la impasividad, la  indolencia y el silencio..Son aquellos que, aunque aparentemente distan de ser machos, infieles o violentos, son testigos de aquellos que sí lo son y no hacen nada. Su silencio es cómplice de lo que hacen los otros. La indiferencia y la falta de empatía significan un acuerdo silencioso, una falta de valor y  la tolerancia  a hechos aberrantes.

Sin excusas, NO VALE LA PENA el cobarde que viola, que golpea, que mutila, que mata emocional o físicamente a las mujeres....NO VALE LA PENA este tipo de delincuentes,  ni los que no hacen nada para castigarlos ni para evitar que ese tipo de sucesos continúen. NO VALEN LA PENA, pues mientras violentan y transgreden los derechos y la integridad de las mujeres y de sus familias, culpan a los demás de su comportamiento: "Mi infancia fue muy difícil", "Mi padre siempre me rechazó", "Así me educaron", suelen ser alguna frases que utilizan después de un ataque, pero en realidad no hacen nada por tratarse y, por el contrario, enseñan a sus hijos a manifestar sus traumas y problemas a través de la violencia. Y por violencia no solo me refiero a los golpes, sino a aquel sujeto que aplica la violencia emocional como el chantaje, los celos, los controles y la manipulación, así como las humillaciones y los insultos. Quien golpea a una mujer, así sea un “ligero empujoncito”,  un apretón o un jalón, aduciendo que ella tuvo la culpa, que ella lo provocó o que está exagerando….son tipos que valen menos que nada. Y qué decir de aquellos  que violan a las mujeres, valiéndose del uso de la fuerza y creyendo que por tener un órganos sexual masculino, tienen el derecho y el poder de someter por la fuerza a las mujeres….no, no valen nada, pues tienen que hacer uso de la fuerza para sentirse superiores, cuando en realidad son menos que cucarachas. Y qué decir de los que secuestran, mutilan y matan a las mujeres...esos no deberían tener cabida en este mundo.

DEFINITIVAMENTE, jamás, nunca, por ningún motivo, razón o circunstancia,  vale la pena que una mujer pierda su dignidad, arriesgue su integridad emocional y física por NADIE...Ningún hombre, aún el más maravilloso, educado y cercano al imaginario "Príncipe Azul", vale la pena....


En cualquier caso, un hombre que no te acepta tal como eres, que constantemente exige y espera cambios en ti, en tu forma de vestir o pensar, significa que no es para tí,  que hay algo que está mal en esa relación, porque bajo la manipulación de un mal hombre, una mujer deja de ser ella misma y, sin darse cuenta, también deja de valorarse hasta niveles impensables, además, en muchos casos, también puede exponer su integridad y su propia vida una vez que se traspasan los límites del respeto.


Por eso, es necesario mantenernos siempre en alerta, valorarnos y alejarnos de aquellos que nos causen daño. 

RECUERDA:

Para saber si un hombre vale la pena sólo necesitas analizar todo el tiempo que has compartido a su lado:

1. Lo primero que debes analizar es si en algún momento te ha pedido, o bien, exigido que cambies algo que es muy propio de tu personalidad, es decir, alguna actitud tuya que tu familia y amigos sepan que es característico de ti y que les extrañe que ya no la tengas o expreses cuando comúnmente lo hacías.

2. Que te empiece a prohibir ver a tu familia o a ciertas amistades por celos o simplemente porque no le agrade cierta persona.

3. Que quiera cambiar parcial o totalmente tu forma de vestir.

4. Hacerte que te sientas mal por tener tu propio espacio y manipularte con ello.

El peor error de una mujer es estar siempre al pendiente de lo que ellos piensan, quieren y desean; el estar al pendiente de sus deseos y necesidades es pasar automáticamente a dejar de ser nosotras mismas. Así se va perdiendo nuestra esencia; y un hombre que en realidad vale la pena no permitirá que eso suceda.


¡PON UN ALTO!


La persona codependiente suele permanecer en este tipo de relaciones por los siguientes motivos presentes en diferentes medidas:

1) Baja autoestima. Existe en ellos una confusión entre lástima y amor. Tienen una necesidad de incorporar elementos valiosos a su mundo interno el cual perciben vacío. Por lo tanto, mantener su relación les brinda la sensación de ser útiles para alguien, intentando continuamente probarle que pueden ser "buenas parejas". Hay una presencia importante de sumisión en su personalidad debida a que no se consideran suficientemente valiosos para ser tratados de manera diferente.

2) Fantasía de hacer cambiar al agresor. Existe una creencia de que ayudarán a su pareja a ser menos agresivos, debido a que inconscientemente buscan reparar relaciones anteriores (con sus padres), donde hizo falta amor, cuidado, protección y contención.

3) Confusión entre amor y agresión. Es común que estas personas desde niños aprendieron esta forma de "querer": "te maltrato porque te quiero". Así, las parejas estables, respetuosas y cariñosas, les parecen aburridas.

4) Miedo al abandono. Un temor continúo a estar solos por sentir que su mundo se derrumbaría de no tener a alguien en quien recargarse por completo. No se sienten suficientemente capaces de avanzar en la vida y en los retos diarios sin alguien que se haga cargo, por lo tanto no existe la posibilidad de tener una vida propia o aparte de la pareja.

Debido a que el encontrarse en una relación de este tipo se debe a una característica de la personalidad, es importante recibir ayuda profesional para poder cambiar los patrones que nos hacen caer una y otra vez en esta situación o no poder salir de ellas. Las características de una relación patológica no se limitan a las relaciones amorosas, pueden estar presentes en cualquier tipo de relación humana, por lo que siempre es importante preguntarnos si nos sentimos realmente valorados y respetados por las personas que nos rodean.


MUJER:


Cuando empiezas a dejar de reaccionar espontáneamente por no saber si tu actitud le agrade o desagrade,  es el momento de ponerte alerta y comenzar a valorarte.



Sufrir, llorar o luchar por mantenerse al lado de un sujeto que no vale la pena, es lo peor que una mujer puede hacer!