miércoles, 20 de mayo de 2015

COMO SANAR UN CORAZON ROTO






Sabemos que en estos momentos te sientes pésimo; te duele el pecho, la cabeza, te cuesta respirar, no tienes apetito ni ánimos de hacer nada. Esa relación realmente era muy importante para ti pues te enamoraste profundamente y ahora crees que nunca te recuperarás, que jamás volverás a encontrar a otra persona así y a nadie más vas a amar como lo amaste a él o ella.
No te atormentes más, es seguro que vas a salir de esta, apóyate en las siguientes sugerencias para lograrlo.


- Lo primero que te podemos decir al respecto es que te lo tomes con calma, sabemos que te duele mucho y no quieres sentirte más así, sin embargo es una parte importante para que tu corazón sane; vive la pérdida, siéntela, deja que el tiempo vaya sanando esa heridas y poco a poco tome las fuerzas necesarias para comenzar de nuevo. Seguramente sentirás tristeza, odio, resentimiento, pero con el tiempo esos sentimientos serán más leves hasta desaparecer.
¿Cuánto tiempo?, un tiempo prudente; aliviar un corazón roto puede costar sólo unos días, semanas y a veces incluso meses ; pero si ya pasaron cinco o seis meses es mejor que busques asesoria profesional, te pueden ayudar a salir del bache.
- En ocasiones creemos que la mejor solución para aliviar la ruptura de una relación en la que de verdad nos clavamos, es buscar inmediatamente otra pareja; esto es un error; el dicho de que un clavo saca a otro clavo no funciona, lo único que estas haciendo es engañarte a ti misma (o), solamente cuando hayas vivido la etapa del duelo y la hayas superado, estarás lista (o) para comenzar otra relación.
- Es un gran esfuerzo pero vale la pena, continua con tu ritmo de vida; la escuela y/o el trabajo, son una excelente terapia que te ayudarán a distraerte.
- Aprende alguna otra actividad o haz ejercicio para reducir el estrés y los sentimientos depresivos.


-Es muy buen momento para hacer lo que te gusta, consiéntete, mímate; cámbiate el look, redecora tu habitación, etc.
- Toda esta situación te tiene muy estresada(o), aún así debes cuidar tu salud; duerme, tu cuerpo necesita descansar para reponerse y además aliméntate sanamente.
- No te culpes, ni trates de olvidar con el alcohol o las drogas, esto solo es un alivio temporal que llegará a hacerte mucho más daño; tienes que afrontar la situación para resolverla.


- Acércate a tu familia y amigos, ellos seguramente estarán a tu lado para apoyarte en estos momentos, platica, desahógate con ellos.
- Evita el contacto con tu ex y si tenían amistades compartidas aléjate un tiempo, te vendrá bien.
- Deshazte de los recuerdos, regalos, una foto juntos, todo aquello que pertenecía a su relación; recordar es volver a vivir y en este caso es volver a sufrir, no le eches más sal a la herida.
- Dicen que una vez que te han roto el corazón ya no vuelves a ser la misma persona, ya eres más desconfiada (o); quizás si pero una vez que el amor nuevamente toque tu corazón, te vas a entregar completamente.
 Es cierto que esta experiencia te sirvió para darte cuenta de situaciones que no conocías y ahora actuarás de otra manera, sólo que el amor es imprevisible y en el momento que menos te imaginas, esta allí para que lo tomes, lo vivas y disfrutes plenamente, no permitas que esta experiencia te impida ver lo bueno que esta afuera.
-Tal vez y con todo esto sentirás miedo de volver a enamorarte, reflexiona: " El que no arriesga no gana"; que esta experiencia no te impida encontrar nuevamente la felicidad, sólo piensa que ahora ya sabes lo fuerte que eres y que si por alguna razón la próxima relación no funciona, estarás lista (o) para enfrentarla y empezar de nuevo.
- Lo que no te mate te hace más fuerte; aunque no lo creas puedes salir muy fortalecida (o) de todo esta situación; ya que si bien experimentaste sentimientos no muy gratos, también descubrirás que puedes hacerles frente y convertirte en una persona renovada, madura y triunfadora.

jueves, 7 de mayo de 2015

SOMOS LLORONAS PERO NO COBARDES







“Todo tiene su tiempo, tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar; tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo; tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido; tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de rasgar, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; tiempo de amar, y tiempo de odiar; tiempo de guerra, y tiempo de paz”.
¿Que la mayoría de las mujeres somos susceptibles? Si. ¿Que las mujeres somos lloronas? También. ¿Qué somos llenas de vericuetos y angustias? es verdad. A ratos somos un poco dramáticas y exageradas, a lo mejor.
Sin embargo es esa condición lo que nos hace diferentes al pragmatismo de género masculino. No es fácil para nosotras las mujeres aguantar un dolor profundo, la boca tiembla, los ojos se ponen vidriosos, se quebranta la voz… y el nudo aquel de la garganta duele… No es fácil contenerlo… y todo eso es generado por un motivo.
Dios conoce mi corazón, conoce mis lágrimas, conoce mi pasado y mi presente y sabe mis temores. Si tiene contado cada unos de mis cabellos pues sabe el número de lágrimas derramadas con o sin razón. Pero eso no nos justifica ser porcelanas que al mayor golpe se rompan. Una cosa es ser susceptible y otra muy diferente es ser cobarde.
Ahora bien ¿Que ganas con llorar y no hacer nada? ese es el punto en que no se debe caer. Eso es llorando y solucionando, cogiendo las riendas de lo que me produce esa angustia, orar, pedir sabiduría y suplicar un corazón plenamente confiando en Cristo.
En la vida se presentan situaciones inesperadas que deslumbran o desconciertan. Confiar en el hombre no es fácil. La confianza no es fácil cuando en tu corazón tienes guardado el pasado y no lo has dejado ir. Confiar en quienes te han hecho daño aún amándote es muy difícil pero Dios te impulsa a hacerlo porque ya no es en tus fuerzas sino en las suyas. Cada momento de aflicción es una oportunidad más para crecer, para demostrarle a Dios que confiamos antes que en el hombre en él.
Mujeres como yo, sentirse mal por un momento es muy normal, el corazón nuestro es muy consentido y le gusta el buen trato, tanto que el menor brinquito inesperado nos sentimos vulnerables, y salen a flote basuritas que no se han limpiado. Sin embargo en ocasiones, las cosas pasan porque Dios busca fortalecer las debilidades que nos hacen esclavas.
Sentirse afligida por momentos no es malo, llorar ayuda a limpiar el alma, a reflexionar y a sentirse más cerca de Dios… allí Dios se manifiesta más fácil en ese momento pleno de emotividad… y siempre habla, siempre de alguna manera no te abandona, te manda a quién menos imaginas para decirte que él está allí, que para los que aman a Dios todo les sale bien y tenemos un final feliz.
Las cosas viejas pasaron, confiemos en Dios y con prudencia y sabiduría démosle la oportunidad a otros de demostrar que como nosotros también Dios, les ha cambiado. Aunque no es fácil debemos arriesgarnos a creer una vez más,  pero esta vez con el respaldo de Dios.

TODA MUJER DEBE SABER







-Cómo enamorarse sin dejar de ser ella misma.
-Lo que quiere con respecto a tener hijos
-Cómo: renunciar a un trabajo, terminar con un novio y confrontar a un amigo sin arruinar una amistad.
-Cuándo intentarlo todo… y cuándo alejarse.
-Cómo pasarla de maravilla en una fiesta a la que no deseaba asistir.
-Cómo pedir algo que realmente desee de manera que casi seguramente lo consiga.
-Tiene que entender que no puede modificar el ancho de sus muslos ó sus caderas, ó la forma de ser de sus padres.
-Que su niñez pudo no ser perfecta… pero ya terminó.
-Lo que podría o no podría hacer por amor… ó debería o no.
-Como vivir sola… aun si le desagrada.
-Debe saber en quién confiar y en quién no.
-A dónde ir: a sentarse con su mejor amiga o a una agradable cabaña en la playa, cuando su alma necesita alimentarse y tranquilizarse.