lunes, 22 de abril de 2013

¿ PORQUE CUESTA TANTO PEDIR AYUDA ?




¡A lo largo de nuestra vida nos surgen muchas necesidades! Unas más urgentes que otras, pero todas importantes para nuestra felicidad.

La mayoría las podemos resolver nosotras mismas, pero, en ocasiones, necesitamos ayuda…  ¡Pero es que nos resulta dificilísimo pedir ayuda!

 ¡Es difícil pedir ayuda! ¿verdad?
Algo tan sencillo como manifestar una necesidad o expresar un deseo puede llegar a convertirse en una tarea complicada, y preferimos callar o posponerlo para más adelante. No nos damos cuenta de que nos estamos negando un derecho que es nuestro.

¿Por qué nos cuesta tanto pedir ayuda?
Casi siempre es por orgullo, por miedo a la respuesta, o porque, muy en el fondo, no nos sentimos merecedoras de la atención de los demás. Porque detrás de cada petición, aguarda una emoción, una expectativa… y tenemos miedo a sentirnos defraudadas.

Pero la necesidad que no se expresa se esconde en nuestro interior, esperando…  ¡creciendo!

Cuando no pedimos, nos sentimos mal con nosotras mismas, rumiando y lamentándonos por ese algo que deseamos, pero que no llega. Es por ello que, pasado un tiempo, acabamos explotando, y frustradas de tanto esperar, transmitimos nuestro mensaje en el peor momento y de la peor forma posible: exigiendo.

Tenemos el concepto erróneo de que pedir es para los débiles y para los que no saben resolver su propia vida. Sin embargo, las personas que expresan su necesidad, con sencillez y franqueza, son las que más fortaleza y seguridad tienen en sí mismas. Son personas valientes y decididas, que saben lo que quieren, y lo piden, porque lo merecen. No les asusta la respuesta, no les decepciona una negativa, no sienten orgullo de ningún tipo cuando lo hacen. Sólo sienten la dignidad de ser persona.

¿Nos hemos parado a pensar que tal vez los demás no nos ofrecen su ayuda porque no saben que la necesitamos? ¿O que tal vez no sepan lo importante que es para nosotras?

¡Cambiemos la actitud!
Seamos mujeres prácticas y resolutivas:

 No nos deleitemos en la necesidad;
centrémonos en el objetivo.
Invitemos a otras personas a participar en nuestras vidas. A medida que nos vamos abriendo y compartiendo, nos iremos sintiendo arropadas y queridas.

Vivamos en sociedad, compartiendo nuestros problemas, nuestras inquietudes y nuestros sueños: pedir, ofrecer, alegrarse, llorar, imaginar, luchar… ésa es la vida. Todos pasamos por lo mismo.

Necesitar es algo normal.Pedir es algo normal. No lo convirtamos en un problema. Simplifiquemos nuestra vida. Sólo compartiendo con otros, uniremos nuestras fuerzas, y resolveremos nuestros problemas, fácilmente. Si no sale a la primera, será a la segunda, a la tercera, o cuando tenga que ser. Pero será.

Recuerda que una negativa será siempre mejor que quedarse con la duda de qué habría pasado si se hubiese pedido ayuda.  Sólo podrás ver la luz abriendo primero las ventanas.

viernes, 12 de abril de 2013

EL VERDADERO MOTIVO DE NO SER FELIZ




Si no eres feliz…
¿por qué no lo eres?

Tal vez te falten cosas, alguien te defraudara, no lograses cumplir algún proyecto o ilusión de vida… Tal vez la vida te ha tratado mal.

Pero hay quienes incluso con menos de lo que tú tienes y has logrado en la vida, son felices.

¿Qué, pues es lo que te impide ser feliz?

¿Por qué crees que no eres feliz ahora mismo?
Dirás que porque no tienes la pareja que deseas, porque tus hijos no son los hijos que soñaste, la casa propia cada día está más lejos, tu cuerpo está flácido y celulítico, tu suegra te genera acidosis, los vecinos no levantan las heces de sus mascotas…  y porque el mundo está corrompido.

Sin embargo a pesar de todas esas circunstancias, quieres ser feliz.

Ahora bien, ¿qué es lo que te impide esa felicidad?

Tú misma.  Tú, con tu forma de creer que la vida debe ser de una manera y no de otra. Tú, con tu extremismo absolutista. Tú, con tu confundir los deseos con las necesidades.  En realidad, tú no necesitas nada más para ser feliz. Lo tienes todo para mirarte al espejo y ser feliz.

Tendemos a confundir deseos con necesidades.
Si aprendieras que no necesitas nada para ser feliz, podrías disfrutar de lo que tienes y no vivirías con el absurdo miedo de lo que “puede llegar a pasar” en el futuro.

Tú puedes vivir sin tus padres, sin tu pareja, sin tus hijos, sin tu escuela, sin tu mascota, sin tu peso ideal, sin la aprobación de tu jefe, sin la aceptación de tu cuñada, sin las prótesis mamarias, sin ser madre, sin que te invite a salir ese hombre que te gusta, sin leerme… Y ese prescindir de todo te curará el alma y podrás amar en plena libertad, sabiendo que todo tiene fecha de vencimiento, porque la vida es muerte que viene.

Cada vez que te escuches diciendo “necesito esto o aquello” , reemplázalo por un “deseo o anhelo”, pues así no sentirás la frustración de no tenerlo, y además desarrollaras la paciencia para trabajar por ello. Recuerda, no tienes motivos para no ser feliz.  Estás viva.  Eso es suficiente.

miércoles, 3 de abril de 2013

OCHO CONSEJOS PARA ANTES DE TERMINAR Y ROMPER UNA RELACIÓN DE PAREJA.





Los finales no son fáciles.  Por más que lo intentemos, dar por terminado una relación de pareja suele ser muy complicado.

Sin embargo, siempre será mejor un final sincero que una relación de mentiras.

En ocasiones, aunque nos cueste y alguien salga con el corazón herido, es necesario decir adiós.

Cuando la relación está mal, es mil veces mejor poner punto final a una relación, que matarla poco a poco en medio de una agonía interminable… Es muy difícil hacerlo, sin embargo, la sinceridad es lo mínimo que le debemos a nuestra pareja en agradecimiento al tiempo compartido.

¿Cómo poner fin a una relación?
¡Vaya pregunta! Cada pareja, cada ser humano es tan diferente, que crear una lista de pautas para ello sería una insensatez…

Quienes mejor saben manejar un asunto de pareja son la propia pareja. Aún así, es importante que tengas en cuenta los siguientes consejos…

8 consejos para antes de romper con la pareja:

1. Piensa muy bien las cosas:
¿Estás segura de que deseas terminar? ¿No será un simple arrebato motivado por ciertas circunstancias? Recuerda que no hay marcha atrás.

2.  Mide muy bien tus palabras. A veces queremos decir algo y nos entienden otra cosa totalmente diferente.   Por eso, es importante que te pongas en el lugar del otro para elegir tus palabras, no dar lugar a dudas y no lastimar más de la cuenta.

3.  ¡Sinceridad ante todo!   La gente usa frases como “no eres tú, soy yo” o busca en Internet la lista de “excusas para terminar”… ¡No uses palabras prestadas!  Habla desde el corazón, di lo que sientes, di la verdad; ése será un gesto que siempre será agradecido.

4.   No des falsas ilusiones.
Si piensas que la relación debe cortarse definitivamente, no intentes aminorar el golpe dejando la puerta abierta o dando a pensar que se puede regresar en un futuro: di no con decisión y respeto.

5. Elige un lugar y momento adecuado. No es recomendable que termines tu relación en un lugar público.  Tampoco permitas las interrupciones.  Lo que debes decir es serio, y por lo tanto necesitas tener privacidad, tiempo y tranquilidad.

6.   No huyas de la situación.
No es bueno que digas: “quiero terminar esta relación” y te vayas de inmediato. Date tiempo de escuchar, porque así como tú pudiste expresarte, él también tiene derecho a hacerlo.

7.  Asume que habrá heridas.
Ten en cuenta que por más que intentes ser delicada, tu pareja siempre saldrá herida de la ruptura. Así que lo mejor sería que avises a alguien de confianza para que pueda cuidar de él durante los momentos posteriores a la ruptura.

8.   Ten corazón. Por último, te recomiendo que trates a la que fue tu pareja como te gustaría que te tratasen a ti en un momento de esos: sé sincera, sé decidida, sé comprensiva, sé fuerte…  pero no olvides que quien tienes en frente soñó un futuro a tu lado y lo mínimo que debes brindarle es sinceridad, honestidad, consideración y respeto.