jueves, 23 de julio de 2015

EL SIGNIFICADO DEL PERDON

Muchas veces ante una ofensa, pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos.


El tema del día era "el resentimiento" y el maestro nos había pedido que lleváramos papas y una bolsa de plástico.
Ya en clase elegimos una patata por cada persona que guardábamos resentimiento. Escribimos su nombre en ella y la pusimos dentro de la bolsa. Algunas bolsas eran realmente pesadas. El ejercicio consistía en que durante una semana lleváramos con nosotros a todos lados esa bolsa de patatas. Naturalmente la condición de las patatas se iba deteriorando con el tiempo.
El fastidio de acarrear esa bolsa en todo momento me mostró claramente el peso espiritual que cargaba a diario y cómo, mientras ponía mi atención en ella para no olvidarla en ningún lado desatendía cosas que eran más importantes para mi. Todos tenemos patatas pudriéndose en nuestra "mochila" sentimental.
Este ejercicio fue una gran metáfora del precio que pagaba a diario por mantener el resentimiento por algo que ya había pasado y no podía cambiarse. Me di cuenta que cuando hacía importantes los temas incompletos o las promesas no cumplidas me llenaba de resentimiento, aumentaba mi stress, no dormía bien y mi atención se dispersaba.
Perdonar y dejarlas ir me llenó de paz y calma, alimentando mi espíritu.
La falta de perdón es como un veneno que tomamos a diario a gotas pero que finalmente nos termina envenenando. Muchas veces pensamos que el perdón es un regalo para el otro sin darnos cuenta que los únicos beneficiados somos nosotros mismos. El perdón es una expresión de amor.
El perdón nos libera de ataduras que nos amargan el alma y enferman el cuerpo. No significa que estés de acuerdo con lo que pasó, ni que lo apruebes. Perdonar no significa dejar de darle importancia a lo que sucedió, ni darle la razón a alguien que te lastimó. Simplemente significa dejar de lado aquellos pensamientos negativos que nos causaron dolor o enojo.
El perdón se basa en la aceptación de lo que pasó.
La falta de perdón te ata a las personas desde el resentimiento. Te tiene encadenado. La falta de perdón es el veneno más destructivo para el espíritu ya que neutraliza los recursos emocionales que tienes. El perdón es una declaración que puedes y debes renovar a diario.
Muchas veces la persona más importante a la que tienes que perdonar es a ti mismo por todas las cosas que no fueron de la manera que pensabas. "La declaración del Perdón es la clave para liberarte". ¿Con qué personas estás resentido? ¿A quiénes no puedes perdonar? ¿Tu eres infalible y por eso no puedes perdonar los errores ajenos?
"Perdona para que puedas ser perdonado"
"Recuerda que con la vara que mides, serás medido…"

martes, 14 de julio de 2015

MUJER MALTRATADA






Somos muchas las mujeres maltratadas que vivimos en silencio día tras día, mes tras mes y año tras año, el machismo, el poder del hombre, su inseguridad, sus miedos, sus celos, sus controles, sus manipulaciones. Conoces a alguien y te enamoras perdidamente, lo das todo por él, llegas a mirar por sus ojos en vez de mirar cada uno por los suyos hacia delante. Eso hace que se crezcan, que te humillen y dejen a los demás que también lo hagan, que te maltraten psicológicamente día tras día y físicamente (en mi caso) en alguna ocasión o rompan cosas de la casa con furia o que cojan la puerta y desaparezcan varios días sin ninguna explicación. Y tú cada vez te rebajas más, viene te dora la píldora, te hace regalos, te mima dos días y vuelta a empezar. Dejas de pensar por ti misma, de actuar por ti misma, te separa de tus amigos (sobre todo si son hombres) y de la familia, acabas sola en casa, cuidando de la casa y de los hijos y de él. Te controla durante el día, te ordena lo que debes hacer, decide sin pedirte opinión y cuando ya lo tiene decidido lo hace y te lo dice sin darte opción a opinar. El que trae el dinero a casa soy yo, te repite constantemente para que sepas que no tienes ni voz ni voto.
Tienes miedo de decir o hacer algo que le moleste, vives en continuo miedo y represión, te sientes marginada, que no vales nada, que no sirves para nada. Intentas mantenerte guapa, joven, delgada, para que encima no te degrade más, para que no te mire con desprecio. Tu cuerpo, tus músculos, toda tú estás siempre en tensión. Sales con amigos y si dices algo que no le gusta, la mirada es matadora, nadie se da cuenta, pero tú sí, sabes que después en casa vendrá la bronca. Si los amigos están por ti, le molesta, pero si aprovechan para atacarte, eso le gusta y se apunta. Se mira a todas las mujeres con descaro y tú a su lado, parece que no valgas nada, queda humillante, te sientes fea, te sientes mal. Eso sí, ellos son encantadores, amables, preocupados por los demás, pero cuando llegan a casa, la cosa cambia.
Tienes hijos y vives por y para ellos, mientras son pequeños eso ocupa tu mente y tu vida y no te das cuenta del daño que estás recibiendo mental y físicamente porque esa tensión acumulada, te maltrata a nivel corporal con dolores de espalda, de cabeza que a veces llegan a ser terribles. Por lo que el maltrato físico aunque no hayan grandes palizas existen y acaban minando tu salud.
Qué más quieren oir, qué más tienen que saber el Gobierno, los Jueces, personas que no se enteran o no quieren enterarse de todo el dolor que sufrimos muchas mujeres en silencio, sin ayuda de nadie, porque llegan a aislarnos totalmente del mundo, eso es lo que quieren, que no puedas tener influencias de ningún tipo y tú callas y no le cuentas a nadie todo lo que te pasa en realidad, todo lo que sientes y lo que vives cada día.
Cuando te ves con fuerzas por las circunstancias que sean, cuando realmente estás preparada para denunciar y acabar con esta situación, te encuentras que tanto que están hablando del tema y tanto que están diciendo que nos ayudan, al final no es así, hay pocos que te escuchen y vean lo que estás pasando y lo que puede pasar.
Mi queja es también contra el Juzgado de Mujeres Maltratadas, es una vergüenza que lleve este nombre, las personas que trabajan allí, son hielo puro, pasan los casos como si fuéramos números o peor, no estudian tu caso, te toman declaración de un modo frío y casi insultante, te dejan horas y horas allí esperando una firma de la Jueza que no llega y cuando estás ante un caso real, con pruebas e informes te deniegan el alejamiento alegando que no existen esas pruebas, por favor, ni siquiera tienen la decencia de mirarse todo lo que se adjunta. Luego pasa lo que pasa.
Señores, seamos serios ante estos casos que están invadiendo los hogares de nuestro país, pongamos remedio a tanta crueldad, que no pasamos por esto por placer ni con gusto, que es un martirio vivir con personas así y que cuando decides separarte te espera lo peor, porque entonces pierden el control sobre ti y eso no lo pueden soportar y es cuando atacan a matar, cuando quieren verte pisoteada, en la calle, sin nada y hasta muerta.
Tantos años trabajando, sí trabajando en el hogar, sacando adelante una casa y unos hijos, sin que él esté nunca para nada, no tenemos derechos?, ya es un maltrato de por sí de la sociedad que la mujer que se queda en casa no tenga derechos, ni sueldo, ni nada, después de estar años dando el callo, de día y de noche, fines de semana y festivos incluidos, porque nosotras no tenemos días de fiesta.
Desde aquí y anónimamente hago un llamamiento a todo el país, es hora de que las mujeres nos pongamos en pie y tengamos quien nos defienda y nos ayude, que las penas sean duras para los maltratadores, que tengamos lo que nos corresponde por tantos años de trabajo a la sombra y en silencio. No puede ser que el hombre porque trabaja fuera y cobra un sueldo tenga tantos derechos sobre la mujer que está en casa trabajando el doble y sin cobrar.