miércoles, 10 de junio de 2009

EVITAR LA RUTINA: COSA DE DOS




A veces, con el paso del tiempo, la relación se convierte en rutina. Como consecuencia el desencanto, y en ocasiones el distanciamiento, se abren paso en la pareja. Para superarlo, es importante reconocer los primeros indicios, cuando aparecen y cómo hacerles frente.


Casi todas las parejas empiezan su relación con amor y grandes esperanzas. Pero el tiempo hace mella en ellas. El encanto de los primeros tiempos se diluye en la rutina del día a día. Piensan que esa persona que prometía ser su mejor amigo para toda la vida, un alma gemela, se ha convertido en alguien con el que se aburren y tienen pocas cosas en común. Se sienten decepcionados con su cónyuge y el matrimonio, y dudan de sus sentimientos.

Algunas de las preocupaciones más habituales de estos hombres y mujeres es pensar que ya no quieren a su pareja. Afirman que se aburren, sienten que han evolucionado mientras el otro se ha quedado atrapado en la monotonía. Su pareja ya no es interesante, excitante, ni sexualmente atractiva.

Cuando la rutina se hace presente
Los primeros indicios surgen cuando, después de haber acostado a los niños, sólo se quiere tener tiempo para sí mismo. Cuando les agrada que su pareja esté de viaje o fuera de la ciudad, cuando a su regreso no se emocionan como antes.

Para otros, existen pruebas de que se han desenamorado ya que se sienten solos y poco valorados. Se preguntan "¿No sería más agradable estar con alguien que no diera mi existencia por sentado, que me encontrara especial o que pensara que soy atractivo?

El peso de los sentimientos
También hay quienes se inquietan porque les atrae otra persona. Este sentimiento, independientemente de que se responda a él o no, en algunas personas suscita serias dudas acerca del amor que sienten por su pareja.

Para muchas, también es problemático cómo se sienten consigo mismas en la relación. Muchas personas afirman: "No me gusto. Me estoy convirtiendo en un refunfuñón. Sé que a menudo hablo con un tono muy desagradable. No me gusta ser así. Me siento vacío. No puedo de mostrar afecto. ¡No siento afecto!"

Momentos críticos
Las parejas pasan por ciclos y en algunos existen más posibilidades que la rutina se apodere de ellos. El inicio de la convivencia, a pesar de ser un periodo de entusiasmo, puede desembocar en monotonía. La pareja descubre los contrastes entre las expectativas y la realidad; este hecho puede llevar al desencuentro y al distanciamiento de la relación.

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