domingo, 1 de julio de 2012

MUJERES UTILIZADAS



Hola mis amigas, hoy les traigo una historia, ojalá nadie pasara por estas situaciones, pero ocurren:
Eramos una pareja de enamorados, trabajábamos los dos en una misma empresa, muy prestigiosa.
Cuando nos conocimos yo era una mujer profesional, él había dejado los estudios para trabajar.
Nos amábamos, teníamos todo para ser felices, pero yo veía que él no era plenamente feliz pues no se sentía realizado profesionalmente. Lo hablamos, y decidimos que se fuera a otra ciudad para terminar sus estudios, sólo le faltaban dos años.
La primera vez que nos separamos sabíamos que sería algo muy duro, pues eran muchos meses. Yo sólo quería la felicidad para los dos, y ese sacrificio le ayudaría profesional y emocionalmente. De nuestra relación nació una hermosa hija. Recuerdo que los meses pasaban muy lentamente, eran tristes y de mucho trabajo pues tenía que hacer horas extra para mantener mi hogar, mi niña, pagar la universidad, y todos los materiales que necesitaba para sus estudios, que eran cada vez más.
En algunos momentos me detenía a pensar y meditar, viendo lo difícil que era llevar esta vida. Pagar la universidad suponía muchísimos sacrificios económicos, y apenas llegaba a fin de mes con todos los gastos. Pero yo y mi niña aguantaríamos, ya sólo faltaba un año para que volviese.
El último semestre me faltaban las fuerzas. Trabajaba mucho, sacrificaba a mi niña, y todo por él… Ya en la recta final me daba cuenta de que todo cuanto le enviaba era insuficiente, siempre necesitaba más, y yo no sabía ya qué hacer.
Ya no me compraba nada y no tenía nada. Cuando venía sólo tenía críticas para mí, él vestía muy bien, ya le quedaba poco para finalizar la carrera, hasta que por fin llegó el dia de la graduación.
Yo había hecho muchos sacrificios para tener el dinero para ir a su ceremonia de graduación, para compararme mis cosas y las de mi hija, cuando recibí una llamada diciéndome “Mira, mejor no vengas que será por la noche, son muchas horas de viaje…” y todas esas cosas que se inventan las personas cuando no quieren verte.
Se graduó, terminó sus estudios, y se suponía que ahora él trabajaría para nosotras.
Estaba equivocada: sus planes eran los mismos que los de antes, todos sus sueños eran los mismos… sólo que no eran conmigo.
¿Se imaginan cómo quedé?
De inmediato supe que sólo fuí la tonta, la que pagaba las deudas y las cenas románticas de aquella pareja, pues apenas terminó sus estudios me dijo que quería su vida con esa otra persona. Me sentí morir, sólo me utilizó todos esos años (2 años) y ya tenía otra mujer con quien compartía su vida y mi dinero.
Me sentí vieja, fea e inútil, ya sólo estaba mi niña, y por ella debía seguir trabajando. En mi empresa sabían nuestras historias, y me dieron permiso unos meses para descansar.
Lloré, maldije todo lo que había encima y debajo de la tierra, pero luego vino la calma y volví a mi trabajo pues debía mucho dinero. Salí adelante, pero sufrí ¡madre mía que si sufrí!
Hoy cuando miro hacia atrás sólo veo una mujer inocente que creyó en alguién y falló, porque así es la vida.
Me di cuenta que fui útil mientras pagaba, después ya no servía.
Hoy por hoy estoy sola con mi hija, pero feliz. De esa persona sólo sé que se ha separado dos veces, que su vida es un asco, que no supo valorar lo que tenía, y que hoy es un ser solitario que camina por la vida. Yo recuperé la mía y soy feliz, soy una soltera con una hija pero feliz, gracias a Dios porque me abrió los ojos y pude seguir adelante.
Esto lo dejo como una herencia que pasa de una mujer a otra mujer.

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