miércoles, 27 de marzo de 2013
COMO MUJER TENGO LOS MISMOS DERECHOS
A veces tenemos ideas obsoletas acerca de lo que podemos hacer las mujeres, qué es apropiado y qué no, qué podemos pretender y qué no…
Pocos hoy en día niegan “que tenemos los mismos derechos”, pero en la práctica aún estamos luchando por hacer uso de esos derechos, o nos encontramos defendiendo el motivo por el que lo hacemos…
Así como cada día ordenas la casa o te adentras en la famosa limpieza profunda y sacas y tiras cosas, hoy te invito a que hagas lo mismo con tus ideas: esas ideas que parecen indefensas, tímidas e inocentes… y que sin embargo dejan grandes huellas en tu vida.
Son ideas que ni tú misma fomentaste, como la gran diferencia que aún existe entre los géneros, una idea obsoleta. Esas ideas que nos encasillan como “mujer” en un lugar de donde muchas queremos salir corriendo. Hablo de esa creencia irracional de que debemos “ser y actuar” de una forma única y previsible para ser aceptadas socialmente, para no tener conflictos con nuestras parejas, para responder a lo que se espera de nosotras.
Cuando vivimos con el deseo de cumplir esas expectativas, difícilmente llevamos una vida sana y equilibrada. Las exigencias del medio son muchas y tortuosas, y es casi un suicidio a la libertad personal responder y contentar a todos todo el tiempo.
Para recuperar tu autoestima debes empezar a reconocerte como un ser humano que tiene derechos, más que obligaciones.
Empecemos a poner límites, por favor, hacia afuera y hacia dentro, ¿de acuerdo?
Ya seas una mujer casada, divorciada, con novio o conviviendo…
Te mereces y tienes derecho:
A desarrollar una vida social: frecuentar amigas, ir a tomar una copa o un café y conversar con ellas.
A enfocarte en tus aficiones: aquellas cosas que te gustaban desde siempre, a retomar el dibujo, la cocina, la pintura, lo que sea que te guste
A equivocarte, a ofrecer disculpas y a tener una nueva oportunidad para continuar.
A estar a dieta, a romperla, a seguirla… a ser responsable de tus elecciones.
A elegir vivir una vida plena y saludable, por lo tanto tienes derecho a pedir apoyo.
A establecer acuerdos con tu pareja en beneficio de ambos.
A llorar cuando estés triste, a enojarte, a no disimular tus emociones.
A decir basta, “hoy no quiero planchar, o lavar los platos” y buscar a algún integrante de la familia que lo haga.
A poner límites,a decir NO cuando quieras decir NO.
A tener relaciones sexuales cuando realmente tengas deseos.
A tomar anticonceptivos y cuidar de tu salud reproductiva.
A querer un tiempo para estar a solas contigo misma y tomarte un café.
A levantarte temprano en la mañana y salir a correr…
A reclamar más derechos…
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