La actitud de extrema alerta frente a determinadas situaciones de la vida es un arma de doble filo, que puede tanto salvarnos como enfermarnos. Si la tensión se adueña de nuestro cuerpo, podemos estar internándonos en un camino sin retorno. Aprender a controlar el estrés parece ser hoy un desafío cotidiano para personas de todo sexo, ocupación y estado social.
DEFINICIÓN DE ESTRÉS
Es la respuesta del organismo a una demanda real o imaginaria producida por todo evento que con lleve un cambio.
DEFINICIÓN DE AFÁN
Es una actitud dañina y destructiva que alerta, inquieta y demuestra la falta de confianza que tenemos en Dios
COMO RESPONDEMOS
Las actividades y ocupaciones del diario vivir nos llevan a experimentar en algunas oportunidades momentos de ansiedad y temor; y caemos fácilmente en el afán, perdiendo en algunos casos la paz que sobrepasa todo entendimiento y que nos ofrece Jesús.
- Lo ideal es aprender a cambiar estados inadecuados de ánimo por tiempos de oración. Filipenses 4:6
- Aprendiendo a buscar el propósito que él tiene con cada una de las circunstancias. No son las situaciones las responsables de nuestro nivel de estrés; son más bien el resultado de nuestras actitudes y reacciones ante esas situaciones. 1 Pedro 5:7
- Recordando el diseño de nuestro Padre celestial, para la mujer, un papel relevante y una contribución al mundo, y para ello es indispensable que ella disfrute de un equilibrio total, lo cual sólo se puede alcanzar desarrollando un espíritu de oración y recibiendo la guía y el poder del Espíritu Santo Génesis 17:15-16
- Desde el punto de vista médico,
• Tener sentido del humor, aprender a reírse de sí mismo
• Buena alimentación, natural y balanceada
• No al tabaquismo. La nicotina y monóxido de carbono forman un dúo mortal
• Autoconocimiento, evitando así aquellas situaciones que para nosotras son estresoras
• Aprender a decir ¡no!, para evitar sobrecargarse de obligaciones
• Estar en movimiento. Es conveniente 30 minutos diarios de caminata
• Regalarse de vez en cuando un espacio de tiempo para realizar actividades gratificantes y de esparcimiento
• Seguridad financiera. Mantenerse dentro de un presupuesto planeado
APLIQUE ESTE TEMA A SU PROPIA VIDA
Dios, y solamente él, como diseñador de la mujer, sabe cómo funcionamos. Por lo tanto, es razonable que si deseamos aprender a manejar las tensiones, debemos hacer de él nuestro primer recurso
El mensaje de esperanza es saber que Dios nos ama, y se interesa por nuestros diversos problemas. Todos los seres humanos necesitamos a Cristo, pero sólo los que se dan cuenta de su necesidad reciben de él la salud integral para su espíritu, alma y cuerpo.
La mujer que ha recibido a Jesucristo como Señor y Salvador, recibe una naturaleza divina y, por lo tanto, tiene nuevas actitudes, nuevas aspiraciones y nuevas esperanzas. A medida que la persona estudia la palabra de Dios y camina en obediencia a él, continúa un maravilloso proceso de crecimiento espiritual y de victoria persona.
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