miércoles, 14 de enero de 2015
UNA EXISTENCIA VANA
Eras especial cuando naciste
en ti había belleza angelical
y pronto la gracia perdiste
al temprano caer en lodazal.
La inocente criatura que naciste
la que otros como yo admiraron
se fue; cuando apenas creciste
y tus virtudes todas agonizaron.
De la belleza que ayer tuviste
con la cual tú adornabas todo
queda el sendero que abriste
en el laberinto del maldito lodo.
A muchos tu cuerpo exhibiste
y ellos ciegos ante ti rendidos
se embriagaron de lo que diste
beldad por la cual ellos rendidos.
Te admiraron porque bella naciste
y muchos tu belleza la codiciaron
y allí fue cuando el pudor perdiste
porque en el lodo ellos te anclaron.
Hoy sola vas con tu mirada triste
tu faz de arrugas tienes surcada
y sin la belleza que ayer tuviste
sois otra como tantas ya ignorada.
Esos con quienes tu ayer perdiste,
esa belleza y primaveral candor
ignoran mujer que aun tu existes
al perder tu cuerpo el esplendor.
Sólo las huellas que adquiriste
son quienes te hacen compañía
lo bello de tu juventud perdiste
y en ti anida tristeza y agonía.
Hoy sin el atractivo que naciste
sois hoja de árbol desprendida
yacida porque el vigor perdiste
en esa tu carrera enloquecida.
Hoy que tus fuerzas ya perdiste
por ende esa tu beldad y lozanía
tienes el lodo en que ayer caíste
igual la falacia de tu belleza ida.
Ahora que ya tu beldad no existe
ni tampoco esa juventud lozana
debes aceptar; solo ayer tuviste
una existencia solamente vana.
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