
Contadora, gerente de compras, relacionista, secretaria, chef, chofer, nutricionista, educadora, enfermera, experta en mantenimiento y limpieza, puericultora y psicóloga, son solo algunos de los frentes que las mujeres que permanecen en casa deben cubrir, haciendo de éste un trabajo digno, pero que aún es subvalorado por muchos.
No obstante, son cada vez más las mujeres profesionales que están optando por suspender temporalmente su vida profesional fuera del hogar para desempeñarse como amas de casa de tiempo completo, y así acompañar a sus hijos de cerca en las primeras etapas de sus vidas.
Clara González, ama de casa y quien tiene cinco hijos, defiende su trabajo así: “Para mí, cuidar de mi familia es un verdadero trabajo profesional. Sé que esto desafía la teoría de que el único trabajo verdadero es el remunerado y de que una mujer que deja un trabajo externo para cuidar de la familia está desperdiciando su vida. Yo diría que al contrario, es el que más satisfacciones da.”
Sin embargo, no siempre el trabajo en casa es mirado tan positivamente, incluso por las mismas amas de casa. Muchas se sienten frustradas y amargadas por razones como el descuido de sí mismas (física e intelectualmente) y la falta de apoyo y estímulo de los cónyuges, tanto económica como emocionalmente.


Es muy importante saber y estar convencidas de que el maltrato no es culpa de la mujer, nadie tiene derecho de maltratar a nadie, y para que haya un agresor, tiene que haber un agredido. No seas tú esa persona agredida, el maltratador siempre encontrará excusas y una manera de hacer a que te quedes junto a él, “perdí el control” ¿Pero cuántas veces un hombre “pierde el control”? Si después de todo, el único control que conoce es el que ejerce sobre su esposa, afectando a los niños, y dejando secuelas muchas veces para toda la vida.










