lunes, 8 de febrero de 2010
EL ALMA DE LA MUJER ...
En las civilizaciones matriarcales la mujer era el centro de la vida, y trataba de que todos estuvieran unidos.
Este papel de eje...centro, núcleo, como reflejan los mitos griegos y romanos, cuando hablan de esa Diosa tan particular del Fuego: está en el centro de la Tierra, en el fuego del altar, en el del hogar, es lo que está en el centro de la casa, en el centro del templo...
¡Y eso es la Mujer!
Me ha llamado la atención una página en un periódico en que aparece el siguiente titular: «Las mujeres avanzan». Sí, es posible.
Es una larga historia de reivindicaciones, una larga lucha para que la mujer pueda ocupar un papel digno dentro de la sociedad.
Pero no dejo de preguntarme si vamos por el camino correcto, si hemos escogido la vía justa, porque todas estas reivindicaciones piden para la mujer mayor desarrollo económico, mayores posibilidades de trabajo, mayor seguridad laboral, mayor respeto, mayor dignidad...
Pero se trata de un puesto, un sitio dentro de la sociedad, como si fuera nada más que un sitio físico.
Y mi pregunta es ¿vamos por el camino correcto? Porque muy pocas veces se toma en cuenta, además de este sitio, esta dignidad y este respeto, el Alma de la Mujer.
A pesar de todas estas grandes luchas que viene registrando la Historia, sobre todo en los últimos siglos, en el momento actual seguimos registrando quejas, malestar.
La mujer no está satisfecha con el papel que tiene en la sociedad.
No está satisfecha laboralmente, no lo está con sus remuneraciones económicas, y aún desde el punto de vista humano, diariamente podemos recoger en todos los medios de comunicación la cantidad de malos tratos a que se ve sometida la mujer, y sus constantes denuncias.
Si la mujer tiene que conquistar un papel en la sociedad ¿es simplemente una conquista o una reconquista?
Estas reivindicaciones ¿lo son porque la mujer ha perdido el papel que tuvo alguna vez, o no lo tuvo nunca en la Historia?
Pienso que sí lo tuvo, y se trata más bien de una reconquista, de algo que se perdió y habría que ver cómo, cuándo y por qué.
Un somero repaso histórico nos demuestra que en todo momento ha habido ejemplos de mujeres extraordinarias que más allá del tiempo y de las circunstancias han demostrado un valor incalculable, una gran entereza y una capacidad para destacar y ocupar páginas importantes en su momento.
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