sábado, 6 de septiembre de 2008

ROSAS PARA TU SILENCIO...


Ese silencio tan pequeño, destruyendo un amor tan grande. Ese silencio tan apacible, tan inofensivo, convirtiendo las palabras en miedo y el amor en un gran secreto. Ese silencio tan quieto apretándonos la garganta para hacer llorar el corazón. Ese silencio tan insignificante, como rendijita, subiéndose a los muros y alterando la paz de Ia casa. Ese silencio tan zorro, tan escurridizo, tan disfrazado, socavando en nombre de la armonía y desplomando en nombre de la prudencia. Ese silencio que entra como un amigo y se va como un ladrón. Ese silencio tan corto, que llega sin marcar pisadas, y luego es como un hilo largo enredándose al ovillo de tu vida. Ese silencio acaparador, que enrolló las emociones hacia adentro, se tragó las lágrimas, mordió los nombres queridos y estrujó la ternura que la hizo morir en tus labios. Ese silencio frío, inalterable, ¡gran simulador de caminos! Ese silencio tan modosito, tomando fuerza para hacer de un solo amor, dos soledades. Y tan sostenido, tan porfiado, para servir de intermediario en un trueque de palabras; y siempre se convirtió en nunca, eterno fue pasajero… y unidad un espejismo. Sólo con sujetar y apoderarse de las palabras, tu amor “llama” fue amor cenizas. Tu amor “savia” fue amor espina. Tu amor “viento” fue amor polvo. Y tu amor “poesía” fue amor materia. El intruso se convirtió en mago para perderte. El pequeño se convirtió en un gigante contra el que no te atreves a luchar. El que empezó dueño de los huequitos, hoy es todopoderoso de las emociones. El silencio te domina como un gorrión acorralado que no se atreve a volar libremente… El silencio está llevando los hilos de tu vida, sin darte cuenta que marchas crédula y esperanzada a tu propia destrucción. Vió tus rosas, y te regaló unas tijeras.Vió peces de luz en tu corriente, y te regaló una red. Vió tu puerta, y te regaló un cerrojo.Vó tu pájaro, y te regaló una jaula. Pero no te sientas como un tren detenido. Ponte en marcha, atropella ese silencio que llegaste a ver como coloso. Abre todas las ventanillas, y que salgan las palabras acumuladas en tu corazón. Corre detrás de tu estrellas y regálaselas. Vuelve a la vida, hablando de tu vida. Inventa con palabras y besos el nuevo milagro de renacer. A lo mejor lo que creías sepultado, está latiendo… y en el fondo del arenal, hay una fuente, y allí olvidada una semilla. A lo mejor es tiempo de sembrar todavía… Tiempo de que nazcan rosas para tu silencio. Rosas con raíz de palabras. De esas que cuando se ponen a perfumar los sentimientos, inundan la vida.

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