Acostumbro tener un calendario del cual día a día arranco la hoja del día anterior.
Algo bastante simple, excepto cuando dejé de hacerlo por un par de meses, y al tratar de arrancar todas las hojas atrasadas no pude hacerlo, pues una a la vez es fácil, pero todas juntas es muy diferente.
Lo mismo sucede con nosotros cuando no nos perdonamos día a día, o cuando guardamos rencores o sufrimientos.
Muchas veces nosotros mismos no nos perdonamos errores y decidimos cargarlos en silencio, haciendo cada vez más difícil la tarea de arrancarlos de nuestras vidas.
Pero no acumules más hojas de tu vida; decide hoy arrancarlas de ti y ser libre, pues para eso fuiste hecho.
Algo bastante simple, excepto cuando dejé de hacerlo por un par de meses, y al tratar de arrancar todas las hojas atrasadas no pude hacerlo, pues una a la vez es fácil, pero todas juntas es muy diferente.
Lo mismo sucede con nosotros cuando no nos perdonamos día a día, o cuando guardamos rencores o sufrimientos.
Muchas veces nosotros mismos no nos perdonamos errores y decidimos cargarlos en silencio, haciendo cada vez más difícil la tarea de arrancarlos de nuestras vidas.
Pero no acumules más hojas de tu vida; decide hoy arrancarlas de ti y ser libre, pues para eso fuiste hecho.
2 comentarios:
Me encantó !!!!!
Puedo copiarlo en mi blog?
Por que me gustaría que muchos de mis lectores leyeran esta reflexión tuya, que realmente es excelente y enseña mucho
Saludos
como estas me da gusto de nuevo ller tu comentario y saber de ti y claro que puedes copiarlo no hay problema lo que importa es que deje la enseñansa cuidate y DIOS te bendiga.
Publicar un comentario